1-48

1
Resiliencia en la educación:
factores protectores ante la adversidad en el alumnado con discapacidad
Metodología
Resultados
Resiliencia y educación
Conclusiones
Referencias


2
Prácticas inclusivas del
profesorado en un Centro de Acción Educativa Singular
Metodología
Diseño
Participantes
Instrumento
Resultados
Conclusión
Referencias


3
Elaboración de un Test para la
detección de riesgo de discalculia para uso de docentes
Metodología
Test para la detección precoz
de la discalculia
Resultados
Tabla 5. Intervalos de puntuación
Y la distribución de frecuencias de datos correspondiente viene dada de la forma que muestra la figura 1. (A cada intervalo el software Matlab le asigna un color y a cada color su frecuencia).
Tabla 6. Resultados que merecen especial atención


4
El alumnado con diversidad
funcional en la formación profesional
Superemos el pasado para conquistar las ventajas
del futuro
Principales características del programa
formativo
¿Qué detectamos cuando el
alumnado NEAE se incorpora a nuestro programa?
¿Qué hacemos para mejorar sus
destrezas sociales y labo- rales?
¿Cómo se pone en práctica nuestro plan de
empleo?
Conclusiones
Referencias

Amparo Albero Valdés, diplomada en Ciencias Empresariales y Técnico Superior en Prevención de Riesgos La- borales, cuenta con más de 25 años de experiencia en la gestión ejecutiva de empresas de diversos sectores, pero también se ha ocupado del estudio y mejora de diversas áreas (tales como las ventas, las compras, la producción, etc.) Su gran bagaje profesional en el sector privado le permite funcionar muy eficazmente en el mundo de la educa- ción, al que se ha incorporado hace cinco cursos. Ha sido voluntaria en diversas ONGs, y este perfil la hace idónea para el alumnado con diversidad funcional.


5
Percepción de la acción
tutorial en un centro de educación secundaria
Objetivos
Método
Participantes
Instrumentos
Procedimiento
Análisis de datos
Resultados y discusión de resultados
Conclusiones
1
Resiliencia en la educación:
factores protectores ante la adversidad en el alumnado con discapacidad
Almudena Cotán Fernández
Universidad de Cádiz, España
Introducción
La sociedad está viviendo en un continuo sistema de cambios continuados
sin prece- dentes (King et al., 2003). Por ello, en medio de esta vorágine de movimientos,
necesi- tamos conocer cómo las personas se adaptan al contexto, en ocasiones
adversos, y a los cambios, creando y generando mecanismos de superación y
factores de resiliencia. El término resiliencia alude a la capacidad que tiene el ser humano para sobreponerse a las adversidades de la vida o la adaptación exitosa
que se genera dentro de un contexto adverso o de estrés que debilita
el estado de la persona (Becoña, 2006; Meneghel, Sa-
lanova, y Martínez, 2013). Así, estudiado y trabajado desde
numerosas disciplinas, se ha
hecho especial énfasis en Enfermería, Medicina, Trabajo Social, Educación y Psicología (Forés y Grané, 2012; Toland y Carrigan, 2011). Los países en los que se puede
localizar un mayor número de investigaciones sobre resiliencia son:
Estados Unidos, Alemania e Inglaterra. Siendo los países Iberoaméricanos, de
acuerdo a Quiceno y Vinaccia (2012), quienes dedican un menor número de investigaciones a
dicha temática.
En numerosos estudios (Windle, 2011) se ha
investigado sobre el modo que las personas tienen de enfrentarse ante los retos
y reponerse de los mismos, centrándose en el dolor, estrés y afectividad. Sin embargo, se ha prestado
poca atención al papel que ejercen los recursos de resistencia
que pueden ayudar a la persona en la recuperación del dolor o el estrés (Zautra,
Johnson, y Davis, 2005), resaltando el papel fundamental en la recuperación de episodios de dolor las emociones positivas
(Strandm et al., 2006). En- tre los principales temas de estudio,
se destacan trabajos en el ámbito familiar (Powers, Battle, Dorta y Welsh,
2010), en medicina
(Strandm
et al., 2006; Zautra et al., 2005) o en
análisis de escalas para medir la resiliencia (Ahern, Kiehl, Sole, y Byers, 2006; Windle, Bennet, y Noyes, 2011), entre otros
temas. Sin embargo, no son tan cuantiosos los es- tudios que se han centrado en
el proceso de resiliencia en la etapa adulta (Quincena y Vinaccia, 2011; Saavedra
y Villalta, 2008; Windle, 2011) y, expecialmente, en educación
Cita sugerida:
Cotán
Fernández, A. (2019). Resiliencia en la educación: factores protectores ante la
adversidad en el alumnado con discapacidad. En A. Cotán
Fernández (Coord.), Nuevos paradigmas en los procesos
de
enseñanza-aprendizaje. (pp. 1-10).
Eindhoven, NL: Adaya Press. 1
y discapacidad (Ewert y Yoshino, 2011; Heartley,
2011; Tinsley y
Beale, 2010) así como
en la influencia que un contexto adverso
puede tener sobre las trayectorias académicas: exclusión social, experiencias de aprendizaje negativas, problemas emocionales, dificul- tad para encontrar empleo, etc.
Por ello, el presente
capítulo tiene como objetivo principal
“analizar, desde un punto
de vista literario, trabajos científicos centrados en el tratamiento de la
resiliencia y en la generación de factores
resilientes en las instituciones educativas” a través de una meto- dología cualitativa basada en la
propuesta realizada por Moriña (2014).
Metodología
El presente trabajo, de carácter eminentemente teórico, forma parte de un
proyecto de investigación más amplio
cuyo análisis se centró en analizar las barreras y ayudas de los
estudiantes con discapacidad en la Universidad de Sevilla. Fruto de la revisión
literaria del mismo, se procedió a realizar un análisis de un total de 29
investigaciones en la te- mática de resiliencia. Debido a su extensión, en este
capítulo de libro se presentan seis investigaciones analizadas que abarcan
desde el año 2003 hasta el 2015 centradas en educación y discapacidad.
Para el análisis
de datos del mismo se partió del uso de numerosas bases de datos (como son ERIC, Dialnet, ISOC,
Scyelo o Google Scholar) así como de los términos: resiliencia, educación,
discapacidad y Educación Superior. Los trabajos se presentaran de forma
cronológica a través de los siguientes datos: autor,
año, objetivo, muestra, ins- trumentos
de recogida de datos y resultados para, posteriormente, describirlos de forma más específica.
Resultados
A lo largo de este apartado, expondremos una tabla donde se puede
observar una revi- sión cronológica de seis investigaciones en relación al
término resiliencia desde el año 2010 hasta el año 2015, destacando el carácter
novedoso de dicho concepto dentro del ámbito
educativo. En la tabla 1, aparecerán datos concretos como la autoría,
año, objeti- vo, muestra,
instrumentos de recogida
de datos y resultados, siempre
de forma sintética, ya que, posteriormente,
pasaremos a detallarlos de manera más pormenorizada.
Resiliencia y educación
En la siguiente tabla se puede observar los conceptos esenciales de las
investigaciones analizadas las cuales, como pilar central de su trabajo, tienen
la educación desde diver- sas perspectivas. De los cinco trabajos abordados,
cabe resaltar cómo la gran mayoría se centra en conocer las características o
factores de resiliencia para mejorar la expe- riencia educativa de los
estudiantes.
Tabla 1. Investigaciones
Resiliencia: Educación (Fuente: elaboración propia)
|
Autores/as
|
Objetivos
|
Muestra
|
Instrumentos
|
Resultados
|
|
|
Estudiar
percep- ción y evaluación de la igualdad de oportunidades en EEUU.
Conocer cómo las
experiencias edu- cativas inciden en las expectativas educativas de los
estudiantes.
|
92 estudiantes
|
Enfoque
cuantita- tivo: cuestionarios
|
Las
percepciones positivas que los profesores tienen hacia los estu- diantes
inciden de forma satisfactoria en sus expectativas educativas.
Importante
un buen clima de aula.
|
|
|
Estudiar
proce- sos de mejora sobre los niveles de resistencia en la Educación
Superior.
|
85
estudiantes (1º fase)
10
estudiantes (2º fase)
|
Enfoque mixto:
1º Fase cuantitati- va (encuesta).
2º Fase
cualitativa (entrevistas se- mi-estructuradas)
|
Perseverancia,
auto-conocimien- to, conciencia de sí mismo, apoyo social, confianza,
responsabilidad y
sentido de logro.
|
|
|
Examinar las rela- ciones
y variables existentes entre la resistencia interpersonal, intrapersonal,
integración social y la persistencia académica.
|
605 estudiantes
|
Enfoque
cuanti- tativo: cuestiona- rios.
|
Los
factores de re- siliencia intraperso- nal son importantes para la
persistencia académica y la integración social.
|
|
Sandín et
al.,
|
Conocer
como el alumnado migran- te se enfrenta a la Educación Secun- daria
Obligatoria a través de meca- nismos resilientes.
|
94 jóvenes
|
Enfoque
mixto: cuantitativo (cues- tionario
y escala) y cualitativo (en- trevistas semi-es- tructuradas).
|
Factores
resilien- tes: influencia familiar, acción institucional, capa- cidad de
adapta- ción, autoconcepto y aspiraciones de
futuro.
|
|
|
Evaluar el impacto de los
amigos como método para obtener me- jores resultados emocionales en los
estudiantes y profesores.
|
69 estudiantes y
23 profesores
|
Enfoque
cuantita- tivo: Encuesta
|
Estudiantes
en situación de riesgo presetaron me- nores niveles de ansiedad.
Profesores
mayo-
res niveles de resi-
liencia emocional.
|
La primera de las investigaciones referida es la de
Tinsley y Beale (2010). Estos autores examinaron cómo los
adolescentes perciben y evalúan la equidad de oportuni- dades dentro
de los Estados Unidos y el impacto
de esas influencias en sus expectativas
educativas a través de un estudio longitudinal. De una muestra potencial de 502
estu- diantes de diferentes etnias de las escuelas de secundarias en la región
noreste de los Estados Unidos, seleccionaron al azar 92 estudiantes de los cuales 72 participantes eran mujeres y 70 eran estudiantes de altos logros. De los 92
estudiantes, 56 eran africanos, 15 estudiantes de origen asiático, 10
hispano-latinos, 8 europeos y 11 estudiantes
mul- tirraciales.
Desde un enfoque cuantitativo, los datos fueron
recogidos durante los cursos aca- démicos 99/00 y 00/01, donde los estudiantes
completaron cuestionarios y auto-infor- mes en los que se recogieron datos
centrados en los expectativas educativas de los adolescentes a través de las
variables demográficas (raza, logro académico, género y educación materna),
variables de factor protector (clima escolar, percepciones de los alumnos sobre
sus profesores y actitudes políticas), variables centrada en los factores de
riesgo (teoría de la inteligencia y actitudes tradicionales hacia la mujeres),
recursos de afrontamiento (identidad étnica) y variable de resultados
(expectativas educativas).
Los resultados extraídos demostraron que, las
percepciones positivas que los pro- fesores mantenían hacia los estudiantes
incidía de forma positiva con las expectativas educativas que éstos tenían
sobre sí mismo. Mientras que para los estudiantes más jóvenes, sus expectativas
educativas eran más positivas y sensibles que la de los estu- diantes más
mayores debido al clima escolar y al modelo de regresión jerárquico. Los datos
obtenidos en el trabajo planteado por Tinsley y Beale (2010)
sugerían ideas para la formación del profesorado y sus familiares.
Heartley (2011), desde su trabajo
de investigación propone
examinar las relaciones y variables existentes entre la resistencia interpersonal, intrapersonal y la psicología con la integración social
y la persistencia académica de los estudiantes de las Universidades del medio oeste de Arizona. Para ello, y respetando la política de privacidad de datos, los investigadores contactaron con 20 profesores procedentes de las siguientes titulaciones: Psicología, Asesoría, Periodismo y Educación, los
cuales, al finalizar sus clases distri- buyeron los cuestionarios durante
las primeras semanas
del semestre de otoño de 2007
(año académico 07/08). Como resultado, este método proporcionó una muestra potencial de 1.021 estudiantes, de los
cuales participaron 605 y, de los que
tan sólo obtuvieron respuesta de 59.
La resiliencia intrapersonal, se midió a través de la escala
de resiliencia Connor-Da-
vidson (CD-RISC), con 25 ítems que miden la capacidad de prosperar ante la
adver- sidad. Para la resiliencia interpersonal, se basaron en el cuestionario de apoyo Social (SSQ-6),
con 6 ítems que mide el grado de satisfacción y,
para el área de salud mental, se basaron en Salud Mental-5 (MHI-5), escala con 5 ítems que mide la percepción actual de la salud mental.
Los resultados de este estudio
son significativos ya que expone las relaciones entre
la capacidad
de recuperación, salud mental y la persistencia académica. La resiliencia
intrapersonal (tenacidad, tolerancia al estrés y espiritualidad) tenía
incidencia entre las calificaciones y los factores de la resiliencia
intrapersonal se encontraban íntimamente relacionados entre sí. La tolerancia al estrés se consideraba un factor resiliente sólo para los estudiantes que habían superado
situaciones adversas, para los que no habían vivido
esas situaciones, tolerando el estrés (como, por ejemplo, recibir malas
calificaciones) y asociándose con baja motivación académica.
Otro de los factores resilientes que desde el estudio de Heartley (2011) se ponía de manifiesto, es la espiritualidad,
siendo un factor significativo en su motivación y capaci- dad de superación. Desde este trabajo
de investigación, se añaden evidencias sobre los factores
intra e interpersonal, matizando su importancia para la persistencia académica
y la salud mental.
El siguiente trabajo de investigación con el que nos
encontramos, Ewert y Yoshino (2011), pretendía
estudiar cómo se podían mejorar los niveles de resistencia en la Uni- versidad.
A través de un método mixto, en la primera fase bajo enfoque cuantitativo y
método cuasi-experimental, utilizaron dos grupos de estudiantes (grupo de
tratamiento y grupo de comparación), con un total de 85 estudiantes. El
instrumento de recogida de datos en esta fase, cuestionario, estaba diseñado
para medir los niveles de resiliencia. Las preguntas de investigación en la que
se centraron en esta fase, se focalizaron en analizar el cambio en las puntuaciones de resiliencia como resultado de una experiencia adversa a corto plazo y en
medir el cambio de los niveles de resiliencia entre ambos grupos de investigación.
Para el desarrollo de la recogida
de datos, el grupo de tratamiento participó en una expedición de tres semanas
diseñadas para desarrollar habilidades de educación
y lide- razgo a través de
actividades al aire libre (escalada, montañismo, travesías, etc.). Res- pecto
al grupo de comparación, al mismo tiempo que el grupo de tratamiento realizaba
la expedición, se le facilitó el mismo cuestionario que realizaría el grupo de
tratamiento para que lo complementaran.
Respecto a la segunda fase de la investigación, bajo
un enfoque cualitativo, se se- leccionaron diez estudiantes del grupo de tratamiento con una diferencia temporal de tres años entre la expedición y la
recogida de datos en esta fase donde se hizo uso de en- trevistas telefónicas
semi-estructuradas. El motivo que llevó a los investigadores (Ewert y Yoshino, 2011) ha realizar
las entrevista con esta diferencia temporal fue con el fin de comprender mejor
la duración de las experiencias ya que, a través de preguntas abiertas, el investigador preguntó sobre
lo que recordaban en la expedición y lo aprendido de la misma. Las entrevistas fueron
grabadas, transcritas y analizadas a través de un proceso de codificación abierta.
Desde esta segunda fase de investigación, se respondía
a la tercera pregunta del trabajo centrándose en describir las perspectivas de
los individuos en sus experiencias durante la expedición. Entre los principales
resultados obtenidos, podemos encontrar seis factores importantes para el
desarrollo del sentido de resiliencia: autoconocimiento, apoyo social,
confianza, responsabilidad a otros y sentido del logro. Entre
las respuestas más llamativas
por parte de los estudiantes, podemos matizar la importancia de los es- fuerzos
para reconocer posteriormente sus propios logros y permitir que este sentido de
logro sea transferible a otros contextos y situaciones. Ewert y Yoshino (2011) aseguran que, tomados estos seis factores en conjunto,
unido con actividades adversas y desa- fiantes que nos podamos encontrar, dan
sentido y fortalecen el sentido de resiliencia.
La investigación realizada por Massot et al. (2013)
y Sandín et al. (2014),
a través de un enfoque de resiliencia, pretendían conocer y evaluar los
mecanismos resilientes que emplea el alumnado
migrante para enfrentarse a la Educación Secundaria y la tran- sición académica hacia la enseñanza Post-Obligatoria. A
través de un enfoque mixto y con una muestra
de 94 estudiantes de cuatro institutos diferentes de Barcelona, el traba-
jo se investigación se centró en cinco fases (1ª. Fundamentación de la
investigación, 2ª. Elaboración instrumentos de diagnóstico, 3ª. Diagnóstico resiliencia ESO, 4ª. Seguimien- to transicción educativa, 5ª. Elaboración y propuestas de mejora), utilizando métodos de recogida
de datos cuantitativos (cuestionario y escala) y cualitativos (entrevista).
Desde el enfoque
cuantitativo se emplearon tres instrumentos de recogida de da- tos:
cuestionario general, escala de resiliencia adaptada y cuestionario de centro. Todos ellos elaborados y redactados en catalán y castellanos para que los estudiantes y centros
pudieran responder en el idioma seleccionado y mejorar, de esta forma, la
comprensión del texto. El cuestionario general se centró en recoger información
básica de los es- tudiantes: lugar de procedencia, tiempo de residencia en
España, niveles educativos, profesiones de los padres, planes de estudios
futuros y autovaloración de la situación académica, entre otras. Respecto a la
escala de resiliencia adaptada, se basaron en recoger con 61 ítems los datos a
través de dos temas principales: los recursos perso- nales que emplea el
estudiante de forma consciente e intencionada para hacer frente a situaciones
adversas y, cómo sería el
comportamiento de una persona resiliente desde la perspectiva del estudiante. Y, por último, el cuestionario de centro,
compuesto por 33 preguntas tipo likert, recogía la percepción de los jóvenes
respecto al centro escolar, la
relación familia-escuela y la relación con los
compañeros.
Respecto a la segunda
fase de investigación, con un enfoque cualitativo, se realiza- ron 14
entrevistas semi-estructuradas individual, en las que profundizaron en la
inter- pretación y desarrollo de estrategias de acción de los adolescents para abordar y superar
las adversidades. Los temas en los que se centraron estos instrumentos cualitativos son cinco: proceso migratorio, eventos vitals, redes,
continuidad ESO-PO y orientación al futuro.
Respecto a los resultados obtenidos, se destacaron tres
aspectos fundamentales:
1. Proyecto general de carácter académico; 2.
Gestión diaria de los problemas y dificul- tades y, 3. Condiciones
individuales. El primero de ello, proyecto general de carácter académico, se
basó en matizar la importancia de la familia y acción institucional que puedía
ejercer el centro sobre los estudiantes para poder continuar con sus estudios y
proyectos de futuro.
El segundo de los aspectos recogidos, la gestión diaria
de los problemas y dificulta- des, matizó la importancia que han de ejercer las personas vinculadas al sujetos propor- cionándoles recursos y ayudas que
le permitan ir superando dificultades y necesidades que le surgían en su vida.
Y, para finalizar, las
condiciones individuales de las personas, se centró en la ca- pacidad que el
estudiante tenía para aprovechar las oportunidades que el contexto le brinda
así como en la importancia que ejerce el autoconcepto positivo para superar, mediante
la seguridad y la confianza en sí mismo, situaciones adversas siendo de vital
importancia para superar, de forma exitosa, la transición entre los estudios.
Concluyendo con la tabla, haremos mención al estudio
elaborado por Lizuka et al. (2015), con el
que pretendían evaluar el impacto de los amigos como método para obtener
mejores resultados emocionales en los estudiantes y profesores. Para ello, con
un enfoque cuantitativo y con una muestra de 69 estudiantes y 23 profesores
usaron para evaluar los resultados emocionales de los estudiantes las escalas Strengths and Difficulties Questionnaire (SDQ), Spence Children’s Anxiety Scale (SCAS)
y Acceptability of the
program. Para conocer el impacto emocional del programa en los profesores
se centraron en el uso de los siguientes instrumentos: Resilience Scale – RS, Depression, Stress and Anxiety – DASS-21, Teaching Satisfaction Scale – TSS y
Acceptability of the program.
Los hallazgos de este estudio ofrecen importantes
implicaciones para la práctica educativa. En primer
lugar, destacaron la importancia que adquiere la formación del pro-
fesorado en materia de discapacidad traducidas en estrategias didácticas
enfocadas a mejorar el bienestar emocional de sus alumnos. En segundo lugar, los resultados de este
estudio indicaron que la formación de profesores ejerce un impacto positivo en
la resi- liencia emocional de sus alumnos mejorando el ambiente de aula y, en consecuencia, el aprendizaje. Por otro lado, los resultados del programa de amigos en escuelas ubicadas en áreas con niveles inferiores
socio-económico pusieron en evidencia el impacto posi- tivo en el aprendizaje
de los niños combianando el aprendizaje social y emocional con el coaching. El estudio reveló la mejora de
conducta de los niños que participaron en el programa frente a los que no.
Conclusiones
A lo largo del apartado anterior, se
han analizado un total de cinco investigaciones rea- lizadas entre los años
2010-2015. En un primer momento, lo más llamativo del análisis de las
investigaciones es el reciente y creciente interés generado hacia el término
resi- liencia. Aunque, la primera investigación realizada, autores como Forés y Granés (2012)
y Rutter (1979) la reseñen en el año 82 con el
estudio longitudinal de Werner y Smith (1982), no es hasta primeros del siglo XXI donde empezamos
a ver estudios interesados
en estudiar la resiliencia en diferentes ámbitos
de la vida: educativo, discapacidad o mé- dico, entre otros.
Los estudios sobre resiliencia son muy diversos,
siendo más abundante en el ám- bito de la medicina (Kane y Green, 2009) o en el ámbito específico de la resiliencia sus
características y escalas
(Windle et al., 2011), existiendo un menor número
de investiga- ciones en
resiliencia en el ámbito educativo (Lizuka, Barrett, Gillies, Cook, y
Marinovic, 2015; Massot et al., 2013) o sobre discapacidad
(King et al., 2003).
De los cinco
estudios revisados, se puede observar
como la mitad
de ellos son cuantitativos con instrumentos de recogida de datos como escalas y cuestionarios frente a dos investigaciones con un
enfoque mixto, coincidiendo cada fase, con un
enfoque: la primera con una
metodología cuantitativo con un gran número de
participantes seguida, en una
segunda fase, de un enfoque cualitativo con un número reducido de los mismos.
Respecto a la muestra, se destaca cómo en la gran mayoría de investigaciones de corte cuantitativo se caracteriza por un elevado
número de participantes, pudiendo llegar a 605 estudiantes, como es el caso del trabajo presentado por Heartley (2011). Respecto
a los trabajos de enfoque cualitativo, el número de participantes es
bastante inferior: 15 estudiantes han sido suficientes para detectar los factores de protección en las personas
con discapacidad (King
et al., 2003) o 10 estudiantes en la segunda
fase de investigación planteada por Ewert y Yoshino (2011). Aunque, tal y como nos indican Lincoln y Guba (1985), en los estudios
de índole cualitativo, entre 12 y 20 participantes es una represen-
tación ideal
obtener amplitud y profundidad en la información.
Entre los principales instrumentos de recogida de
datos, destacan el uso de en- trevistas o escalas y cuestionarios como es el
caso de la Escala de Resiliencia
(RS) o la escala de resiliencia Connor-Davidson (CD-RISC). La mayoría de
los estudios, se centra en identificar, describir y analizar
los factores de protección, características de las personas
resilientes o identificar los recursos que hacen a una persona resiliente, pero
pocos se han enfocado en estudiar los procesos de mejora que conlleva a los niveles
de resiliencia (Ewert y Yoshino, 2011).
Respecto a los datos obtenidos
y hallados en las investigaciones, se observa como factores como la autosuficiencia,
percepciones y emociones positivas, apoyo social, au- toconcepto, capacidad
de adaptación, cohesión
familiar, sentido del logro y persistencia,
se tornan en valores fundamentales para considerar a una persona resiliente y
poder generar mecanismos y habilidades para superar la situación a adversa que le sucede
en su vida. Resultados similares se encuentran en los trabajos de Ewert
y Yoshino (2011), Heartley (2011), Massot et al. (2013), Powers et al. (2010),
Sandín et al. (2014),
entre otros. Asimismo, se releja en los trabajos de Heartley (2011) o Tinsley y
Beale (2010) cómo incide de forma notoria las
percepciones positivas de los profesores sobre los alumnos en sus experiencias
y expedientes académicos. Datos similares obtuvieron los trabajos de Moriña, López, y Molina (2015) ó Murray, Lombardi,
Wren, y Keys (2011), donde indican experiencias positivas por parte de los estudiantes debido a la buena labor y predisposición del profesorado.
Otro de las conclusiones obtenidos en varias
investigaciones (Kane y Green, 2009; Kralic et al., 2006; Strandm et al.,
2006; Zautra
et al., 2005), reflejan la influencia positiva que ejercen las emociones, el afecto y el autoconcepto
en una rápida recuperación así como minimizar los niveles de estrés y dolor. Sin embargo,
estos datos no son replicables en todos los ámbitos
puesto que, la mayoría de estas investigaciones se han centrado
en enfermedades crónicas. Son embargo, sí podría extrapolarse al ámbito educativo donde trabajos como los de Massot et al. (2013) y Sandín et al. (2014)
se refleja cómo estos factores permiten que el alumnado con discapacidad tengan
experiencias positivas e inclusivas en las instituciones educativas.
Para finalizar, se considera
que existen investigaciones que se centran en validar nuevas escalas
o instrumentos de evaluación de resiliencia (Ahern et al., 2006; Saavedra y Villalta, 2008) o en conocer las características que hacen a una persona
resiliente (Buc- kner, Mezzacappa y Beardslee, 2003) así como sus factores
(Kralic et al., 2006; Strandm et al., 2006). No obstante, se cree que existen pocas
propuestas de mejoras
o proyectos para poder
mitigar (no erradicar) la influencia negativa que ejercen sobre las personas
determinadas situaciones adversas, por ejemplo: mejorar la autoestima y el
autoconoci- miento, control del estrés, actuaciones institucionales, etc.
Referencias
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Almudena Cotán Fernández. Doctora Cum
Laude en la línea de atención a la diversidad por la Universidad de Sevilla,
trabaja actualmente en la Facultad de Ciencias de la Educación de la
Universidad de Cádiz. Colabora con el grupo de trabajo e investigación dirigido
por la Dra. Anabel Moriña Díez, enfocando su investigación al ámbito de
atención a la diversidad, discapacidad, TIC, investigación cualitativa y
Educación Superior.
Licencia CC BY-NC 4.0 ISBN 978-94-92805-12-6
2
Prácticas inclusivas del
profesorado en un Centro de Acción Educativa Singular
Sandra Liliana Pachón Anzola
Universitat de València, España
Introducción
La educación y las prácticas
inclusivas han tenido
los progresos más importantes a partir de la década de los noventa, se ha ido
avanzando desde los procesos de exclusión a la inclusión,
pasando por algunos modelos intermedios como el de segregación e integra-
ción, que han buscado suplir
las necesidades de cada entorno
educativo (García, 2017).
La presente investigación se refiere
a las prácticas inclusivas del profesorado en un Centro
de Acción Educativa
Singular (CAES), que se pueden
definir como las estrategias que buscan suprimir
desigualdades sociales y educativas proporcionando una forma- ción integral
en áreas básicas como del desarrollo social y educativo.
En lo referente a nuestro estudio
específicamente sistematizamos y reflexionamos sobre las prácticas del profesorado
hacia la inclusión del alumnado de compensación. Analizamos un proceso de ayuda realizado mediante un conjunto
de estrategias dirigidas a personas que se
encuentran en una situación de deprivación cultural, por haber carecido
de los estímulos adecuados
para su normal desarrollo y con el fin de ponerlas en pie de igualdad con los demás (Peirats, 2016). El estudio de estas prácticas
inclusivas se realizó por el interés de analizar todo lo que permita el máximo desarrollo en igualdad del alumnado en el con- texto educativo. La realidad
actual social y de la escuela se caracterizan por la heteroge- neidad, diversidad y la
interdisciplinariedad del conocimiento, todo ha ido cambiando de manera
extrema. Entonces, la escuela de la diversidad demanda un profesorado dirigido hacia la
heterogeneidad del alumnado, como se constata en diferentes investigaciones.
La formación del profesorado y su actitud
son claves en cuanto al éxito o al fracaso
de la aplicación de
estrategias en la atención a la diversidad (Arnaiz, 2007).
Las prácticas instructivas como el aprendizaje
dialógico promueven la inclusión de todos los alumnos y alumnas dentro del
aula, ya que el apoyo entre miembros de clase es una herramienta fundamental.
Es esencial, por tanto, diseñar y planear la clase, te- niendo en cuenta las
necesidades individuales para lograr llegar a todo el alumnado. La educación inclusiva
sólo se lleva a cabo si se introducen en el aula estrategias y prácticas
Cita sugerida:
|
Pachón Anzola, S. L. (2019). Prácticas
inclusivas del profesorado en un Centro de Acción Educativa Singular. En A.
Cotán Fernández (Coord.), Nuevos
paradigmas en los procesos de enseñanza- aprendizaje. (pp. 11-17).
Eindhoven, NL: Adaya Press.
diferentes de las utilizadas tradicionalmente (Sancho, 2005). El maestro tiene un papel clave en el desarrollo innovador de la clase y de la participación que se le da a cada uno de sus estudiantes, realmente se
trata de que todos participen y se apoyen, sin dejar a ningún compañero por el
camino del aprendizaje.
En este sentido, Flecha (2015)
señala que debe proporcionársele al alumnado las actuaciones educativas que dan
mejores resultados según la comunidad científica. En consecuencia, nos
centraremos en dos Actuaciones de Éxito utilizadas en las Comuni- dades de Aprendizaje que conducen a la mejora educativa, independientemente de cuál sea las
características de la escuela, de las cuales se han obtenido buenos resultados
como son: las tertulias literarias y los grupos interactivos que potencian el
aprendizaje participativo, igualitario, cooperativo y dialógico en el aula
(Luna, 2007). Los grupos in- teractivos se encuadran
en el enfoque del aprendizaje dialógico, donde la organización del aula permite
multiplicar las interacciones y acelerar los aprendizajes; incluyendo la
participación de adultos
para dinamizar el trabajo del alumnado (Ferrer,
2005). El objetivo de los grupos interactivos es que el grupo esté todo el tiempo aprendiendo y que aprenda más que lo que se hace con las
metodologías tradicionales. Se basa en fortalecer los aprendizajes de todos dentro
del aula; que quien más dificultades tenga
pueda participar y contribuir;
que quien termine o ha comprendido la actividad antes se la explique a otro
compañero (Duran, Flores,
Mosca, y Santiviago, 2015).
Las tertulias literarias construyen colectivamente el significado y conocimiento en base
al diálogo con todo el alumnado que participa en la tertulia.
El funcionamiento de las tertulias
literarias se basa en los prin-
cipios del Aprendizaje Dialógico y se desarrollan en base a la lectura
de clásicos (Flecha, García, y Gómez, 2013).En cada sesión los participantes exponen su
interpretación so- bre aquello en lo que se está trabajando en la tertulia
dialógica. Loza (2004) afirma
que:
Se trata
de continuar la construcción del conocimiento a partir del diálogo que inició el autor al escribir su obra, primero de una forma
individual-autor-lector, para pasar después a enrique- cerlo aún más a través de un diálogo
colectivo-autor-lectores que encierra
y supera al anterior
al producir más y mejores aprendizajes. (p.67)
El objetivo principal de esta actividad es el que el
alumno y la alumna interpreten aquello que leen, centrándose en la creación
de significados para poder participar de las diferentes culturas
y formas de entender la realidad (Soler,
2003). El objetivo
general del estudio fue reflexionar sobre las prácticas
del profesorado hacia la inclusión del alumna- do de
compensación educativa en un CAES.
Metodología
A continuación, se describen algunos de los componentes claves de esta
investigación, como el diseño, los participantes y el instrumento de recogida
de datos.
Diseño
Para el análisis de los datos recogidos utilizamos una metodología
cualitativa que trata de acercase al mundo real y de comprender un fenómeno concreto, para lo cual se apoya
en la visión que del mismo tiene diferentes sujetos
(Hernández, 2014). Nuestro estudio se concreta en un
estudio de caso que es una herramienta metodológica que ayuda a comprender en profundidad fenómenos
educativos, teniendo como finalidad conocer cómo funcionan todas las partes en
un contexto educativo. El estudio de casos busca la particularización, por medio de un
profundo conocimiento de un único fenómeno edu- cativo. Se toma un caso
particular y se llega a conocer bien, profundamente y no princi- palmente para
ver en qué se diferencia de los otros, sino para ver qué es, qué hace. Se
destaca la unicidad, y esto implica el conocimiento de los otros casos en
cuestión, pero el objetivo principal es la comprensión de este último
(Stake, 1999). Hemos empleado la técnica de la observación no participante, mediante
la cual se ha recogido
la información de 15 prácticas
pedagógicas que realizó el profesorado dentro del aula, teniendo en cuenta las
relaciones entre maestros y estudiantes, desarrollo de las actividades y logro
de los objetivos planteados por el profesorado. Se ha diseñado
con anterioridad una guía
de observación, para de esta forma tener en cuenta los objetivos planteados
desde el inicio de la investigación y por consiguiente no perder detalles
importantes. En cuanto, al tratamiento de los datos se realizaron gráficos de
barras comparativos incluyendo la información obtenida, con el fin de
contrastar la información obtenida en las diferentes clases escolares de
Educación Infantil y Educación Primaria.
Participantes
Los participantes fueron 103 alumnos y alumnas desde el segundo ciclo de
Educación Infantil (3 a 5 años) y algunas clases de Educación Primaria, siete
maestras y doce vo- luntarios y voluntarias que asistieron a las prácticas
pedagógicas en un CAES, que per- tenece al área metropolitana de la Comunidad Valenciana (España). El contexto social
del alumnado se caracteriza por un deficiente nivel de formación y falta de
calificación profesional, se hacen trabajos marginales en los que participa
toda la familia, lo cual origina absentismo y fracaso escolar. Este centro educativo
cuenta con 95% de su alum-
nado perteneciente a etnia gitana y un 5% a otras etnias integradas por “payos” ( término
utilizado para designar
a las personas que no pertenecen a la etnia gitana) y otras etnias minoritarias (argelinos,
marroquís...).
Instrumento
El instrumento empleado para la recogida de los datos es una guía de
observaciones, estructurada en dos partes: la primera, donde se reflejó la
presencia/ausencia (si/no) de aspectos relacionados con el desarrollo de la
práctica pedagógica del profesorado, acti- tudes durante la práctica
tanto de estos,
así como también
del alumnado y, por último, el voluntariado que participa en la práctica
pedagógica. En la segunda parte,
se registraron notas de
aquellos aspectos no incluidos en la guía pero que aparecieron durante el pro-
ceso de observación. A continuación, presentamos una tabla con los aspectos
observa- dos durante las prácticas.
Tabla 1.
Aspectos observados en la plantilla de observación
|
Observación
|
Aspectos
|
|
Desarrollo de la práctica
|
1.1 Se
realizan agrupaciones heterogéneas tanto
por niveles de aprendizaje, cultura y género buscando la integración
del alumnado.
1.2 El aula
deja de ser un espacio de relación únicamen- te entre profesorado y alumnado,
donde la comunidad puede participar.
1.3 Se
incluyen todos los recursos necesarios para
que el alumnado acceda a los conocimientos necesarios para su aprendizaje.
1.4 Durante la práctica se alcanza el aprendizaje aumen- tando el tiempo de trabajo efectivo.
1.5 El
voluntario que acompaña al grupo, se encarga de generar el diálogo entre los
compañeros, permitien- do que se ayuden y aceleren el aprendizaje de todo el
grupo.
1.6 Se realiza
un seguimiento del trabajo y evolución de cada grupo.
1.7 La
práctica mejora la convivencia, formación del alumnado y los aprendizajes instrumentales.
1.8 Los
integrantes del grupo cumplen las actividades
planteadas.
|
|
Actitudes del maestro y estudiantes durante la práctica
|
2.1 La
interacción entre los integrantes del grupo es cordial y se observan
actitudes de colaboración y solida- ridad.
2.2 La actitud
del alumnado frente al voluntariado es de aceptación.
2.3 La actitud
del maestro busca alcanzar los máximos
exigible.
2.4 El maestro
actúa frente a los posibles conflictos de convivencia que se puedan presentar
durante la prácti- ca.
2.5 El maestro interactúa con
sus estudiantes en el
desarrollo de la práctica.
2.6 Las actitudes
del maestro y los estudiantes influyen en el desarrollo de la práctica y el
alcance de sus objeti- vos.
2.7 Se observa
reducción de conflictos en el aula y ma- yor dedicación a actividades de aprendizaje.
|
Resultados
Las observaciones se efectuaron en aulas de Educación Infantil
y algunas clases
de Edu- cación Primaria. Por razones vinculadas a las prácticas pedagógicas de los maestros, se decidió agrupar, por una parte, las seis observaciones del segundo ciclo
de Educación Infantil y las clases de primero y segundo y por la otra, las
nueve observaciones realiza- das en las clases de tercero a sexto de Educación
Primaria, para un total 15 observa- ciones. Las Actuaciones de Éxito observadas
fueron: las tertulias literarias y los grupos interactivos.
Los resultados, tras el análisis de las observaciones
muestran que tanto en Edu- cación Infantil como en Educación Primaria, se
desarrollan actividades de Actuaciones de Éxito como estrategia para mejorar
habilidades sociales y el desempeño académico. En relación con las tertulias
literarias, pudimos observar que en el segundo ciclo de Educación Infantil y
algunas clases de Educación Primaria no se alcanzan los objetivos mínimos. El alumnado no logra hacer comentarios acerca
de los clásicos universales su- geridos y las maestras
expresan que aunque
siguen la pautas
dadas en la formación pro- fesional que han realizado
y además, han cambiado los clásicos universales por cuentos
infantiles, prefieren dejar
las prácticas al notar que se incrementa la indisciplina en el aula y los voluntarios que son
fundamentales para el desarrollo de la práctica no asisten al ser citados.
Por el contrario, está actividad
para las cases de tercero
a sexto de primaria obtiene
mejores resultados, el alumnado es capaz de analizar y participar acerca de las
lecturas y llegar a un momento de reflexión grupal e individual.
Por otra parte, con los grupos interactivos
organizados se obtienen mejores resul- tados en cuanto al aprendizaje; se pudo
observar en las clases de Educación Infantil y primero y segundo Educación
Primaria, que se multiplicaron las interacciones y aumen- taron el tiempo de
trabajo. En las clases de Educación Infantil de tres y cuatro años se
realizaron actividades en grupos heterogéneos y se afianzaron conocimientos de
las áreas instrumentales, aunque no todas las actividades eran terminadas como
conse- cuencia de la indisciplina y la ausencia
del voluntario. Además,
se pudo observar que en todas las clases se realizaron
agrupaciones heterogéneas que ayudaron a promover la inclusión educativa, ya que se incorpora a todo el alumnado por medio de un aprendizaje dialógico, donde el objetivo
es que todos aprendan y ningún alumno
se quede en el pro- ceso
educativo.
En cuanto a las actitudes
durante la práctica,
el alumnado observado
en el segundo ciclo de Educación Infantil y algunas clases de
Educación Primaria presenta conflictos, la interacción no es cordial.
En consecuencia, el profesorado interrumpe constantemente las actividades y, en ocasiones no pueden terminarse, sin embargo, la actitud del
profe- sorado es positiva interactuando con el alumnado, buscando alcanzar los
máximos exi- gibles. Es importante, mencionar que las maestras cambiaron la
lectura de los clásicos universales recomendados por cuentos infantiles, aunque en la formación profesional se les mencionó que no debía hacerse pues cambiaría la
finalidad y desarrollo de la prácti- ca. Otra de las variables, que puede
afectar los resultados de la práctica es que durante la realización de las
observaciones no asistió ningún voluntario que permitiera observar
la relación con la comunidad educativa. Aunque, algunos familiares se
ofrecen a partici- par no se presentan el día de las actividades, perjudicando
a todos, ya que tiene unas funciones específicas como acompañar a los grupos
generando diálogo, orientando las actividades y evaluando a cada uno de los
miembros de los grupos.
Acerca de las observaciones realizadas sobre el al desarrollo de la práctica,
en cla- ses de tercero a sexto
de Educación Primaria, podemos afirmar que coinciden algunos datos con lo que se observó
en los niveles anteriores. Acerca
de las actitudes durante la práctica, el alumnado ha ido mejorando; durante las primeras
observaciones había discu- siones que interrumpían
constantemente, pero en el trascurso del tiempo al presentarse un conflicto, el alumnado es capaz de reflexionar y buscar el diálogo como solución a los
desacuerdos.
Por último, algunos padres se ofrecen a participar
como voluntarios, pero luego no asisten, por lo tanto, el profesorado se ve obligado
a recurrir a otras personas
del entorno educativo
interesados en formarse en estas actividades, ya que el rol del voluntario es
fundamental para la generación del diálogo, así como en la orientación de las actividades y evaluando a cada uno de los
miembros de los grupos.
Conclusión
Se puede concluir que, para conseguir igualdad de derechos no basta con
formular le- yes, como ha sido el caso de España durante muchos años, se debe
mantener un com- promiso de inclusión, basado en el desarrollo de iniciativas
innovadoras y el análisis crítico de los problemas (Verdugo, 2011). Por este motivo, los maestros deben estar con la disposición de desarrollar nuevas
prácticas inclusivas que reflejen mejoría
en las dife- rentes competencias del
alumnado.
Hemos podido observar
durante las prácticas
educativas como el carácter transfor- mador de las Actuaciones de Éxito hace posible que surjan vías para el trabajo colectivo, en la que todos los implicados
pueden cooperar, ya que están dirigidas a la mejora de resultados,
independientemente de las características del contexto educativo donde se
realicen (Flecha, 2015).
Además, se ha puesto de manifiesto que en las clases
se realizan agrupaciones heterogéneas incorporando a todo el alumnado por medio
de un trabajo cooperativo, factor importante ya que teniendo en cuenta las
características del alumnado. Es impor- tante que esté compuesto por alumnos
que se compensen entre sí, porque incluso los que explican al otro implican un
ejercicio de metacognición que contribuye a consolidar conocimiento (Duran et al., 2015).
Otras variables fundamentales para obtener buenos resultados son la actitud del
profesorado que se relaciona estrechamente con la forma- ción profesional que
recibe y la actitud del alumnado que se motiva al poder aprovechar los recursos
materiales con los que cuenta un CAES.
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Sandra Liliana Pachón
Anzola. Doctoranda en el programa
de Doctorado de la Universitat de València.
Magister en Política, Gestión
y Dirección de Organizaciones Educativas de la Universitat de València. Licenciada en Educación Básica con énfasis en Humanidades e inglés por la Universidad la Gran Colombia
(Colombia). He realizado trabajos de investigación sobre los programas de Aceleración del
aprendizaje en América Latina y aprendizaje cooperativo para población
vulnerable. En estos momentos la línea de investigación de la que me ocupo
analiza los programas de compensación educativa aplicadas en el marco de la
escuela inclusiva.
Licencia
CC BY-NC 4.0 ISBN 978-94-92805-12-6
3
Elaboración de un Test para la
detección de riesgo de discalculia para uso de docentes
Maria Isabel Domínguez García
Col·legi Verge del Roser, España
Introducción
Las dificultades de aprendizaje (DDAA) son motivo de constante
preocupación para padres y educadores. Uno de los mayores obstáculos con los
que uno se encuentra realizando su estudio es la no existencia de una
definición precisa y consensuada que facilite establecer si un alumno presenta
o no dificultades de aprendizaje; por otra parte, tampoco se dispone de un
sistema de clasificación con fundamento teórico y empírico que permita
identificar los distintos tipos de dificultades así como reconocer posibles
interrelaciones entre estos tipos de DDAA y otras dificultades del aprendizaje
(Miranda, Soriano, y Amado, 2002).
Las dificultades de aprendizaje más comunes son la
dislexia, la discalculia, la dis- grafía y la disortografía. Estas dificultades
específicas se hacen evidentes en las acti- vidades del ámbito escolar en que
precisan de la lectura, escritura o del cálculo. Estas actividades también se
requieren en la vida cotidiana de los niños con estas dificultades que se
desenvuelven con más o menos soltura resolviendo los problemas del día a día (Morenza, 1996).
En el Manual Diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV, 2002),
estos trastornos aparecen caracterizados por: “un rendimiento acadé- mico
sustancialmente por debajo de lo esperado dadas la edad cronológica del sujeto,
la medición de su inteligencia y una enseñanza
apropiada a su edad.” (DSM-IV 2002,
p. 14). De forma general, la discalculia es entendida como una dificultad
de aprendizaje específica para las matemáticas o, más concretamente, para la
aritmética.
A pesar de su poca atención, los problemas de
discalculia están con toda proba- bilidad, tan extendidos como la dislexia, de
hecho, se considera que al menos un 7%
de los estudiantes empiezan sus estudios de secundaria obligatoria con
algún grado de discapacidad de
aprendizaje en matemáticas no diagnosticada (Hamilton, 2014).
La discalculia puede presentarse en asociación con otros trastornos del
desarrollo como la dislexia, o el trastorno por déficit de atención (TDA),
y el trastorno por déficit
de atención con hiperactividad (TDAH). La co-ocurrencia generalmente se supone
que es una conse- cuencia de
los factores de riesgo que se comparten entre los trastornos.
Cita sugerida:
|
Domínguez García, M. I. (2019). Elaboración de
un Test para la detección de riesgo de discalculia para uso de docentes. En A.
Cotán Fernández (Coord.), Nuevos
paradigmas en los procesos de enseñanza-aprendizaje. (pp. 18-27).
Eindhoven, NL: Adaya Press.
Es importante la detección temprana de la discalulia y
de cualquier dificultad de aprendizaje, para ello los profesores de educación
primaria, y en especial del primer ciclo, son elementos clave para la detección
precoz de posibles dificultades de aprendi- zaje. La investigación sobre las
dificultades de aprendizaje de las matemáticas y su tra- tamiento está recibiendo cada vez más atención (Aguilar,
Aragón, y Navarro,
2015). Aun
así, a pesar de los esfuerzos que se están realizando, todavía
es muy baja la dedicación a la investigación sobre
las dificultades de aprendizaje de las matemáticas, si se compa- ra con otro tipo de dificultades,
como es el caso de la dislexia, a pesar de la prevalencia de dificultades matemáticas. Con frecuencia, la discalculia solo afecta a la decodificación y codificación, a la
memoria y al procesamiento de los números.
Desde el punto de vista neuropsicológico, Kosc (1974), propuso la siguiente defi- nición de discalculia,
“dificultad en funcionamiento matemático resultado de un trastorno del
procesamiento matemático de origen cerebral sin compromiso de otras áreas del
aprendizaje” (p.164). Esta definición se sigue utilizando en las investigaciones en neuro- logía
cognoscitiva en la búsqueda de causas y características de la discalculia. Un
niño o niña es diagnosticado de discalculia cuando se le observan dificultades
relevantes en el proceso de desarrollo de las habilidades relacionadas con las matemáticas, tanto en la aplicación sistemática de una serie de
operaciones numéricas como en el cálculo de las mismas. Para el buen diagnóstico, se debe descartar que estas dificultades no son debi- das ni a un déficit intelectual global, ni a una inadecuada escolarización, ni a deficiencias
visuales o auditivas (Levine 1987, citado en Blanco, 2007, p.16).
La mayoría de asociaciones dedicadas
al diagnóstico y tratamiento de las Dificulta- des Específicas de Aprendizaje (DEA) tratan la discalculia como una deficiencia añadida a la dislexia y no como una deficiencia en sí. Si bien
ya se ha comentado que la discal- culia algunas veces
va asociada a la dislexia, no siempre es así, y aún en el caso de que se presente alguna dificultad
lectora, ésta puede ser suficientemente leve como para no valorar la discalculia.
Analizados los antecedentes y la situación
actual sobre el estudio de la discalculia, estos dan muestra de la
importancia de seguir buscando respuestas en esta área para, así, poder
desarrollar al máximo las competencias aritméticas en particular, y matemáti-
cas en general, de los niños y niñas afectados por esa deficiencia en el
aprendizaje. Es muy importante tratar
la discalculia precozmente, de lo contrario
se acarrea un importan-
te retraso educativo provocando, además, mucho sufrimiento en los niños que lo
pade- cen. Serra (2015, p.10) asegura que “todo trastorno
del aprendizaje tiene sus primeras manifestaciones en la etapa infantil,” por
lo que, la existencia de un problema de discal- culia debería detectarse en los primeros
cursos escolares, donde se empiezan
a fijar las nociones básicas de matemáticas,
nociones que son necesarias para proseguir el pro- ceso de aprendizaje, ya que
la competencia de las matemáticas es de tipo acumulativo, es decir, no se pueden comprender las
multiplicaciones y divisiones si no se entienden las sumas y las restas. Sin
embargo, muchos estudiantes afectados de esta dificultad llegan a sus estudios
de secundaria sin estar diagnosticados y habiendo sido calificados
de tener pocas capacidades para el aprendizaje o de ser holgazanes.
En ocasiones se utiliza la evaluación del rendimiento en cálculo aritmético y resolu- ción de
problemas como criterio para la identificación de los posibles alumnos que pre-
senten dificultades específicas de aprendizaje en cálculo aritmético, sin
embargo, este tipo de pruebas conduce a la selección de niños que tienen
dificultades para aprender matemáticas por diversas causas tales como mal
manejo pedagógico, falta de motiva- ción, falta de asistencia a clase, entre
otras. Por otra parte, se ha constatado que, los niños con discalculia pueden
pasar inadvertidos si cuentan con un tiempo ilimitado para resolver las tareas relativas a la aritmética (Castro, Estévez, y Reigosa, 2009). Bajo estas
condiciones, no es posible diferenciar al niño que resuelve la tarea de forma eficiente
de aquél que llega al resultado correcto empleando un tiempo mucho mayor
y utilizando estrategias inadecuadas. Por lo que, es imprescindible disponer de un buen criterio
y de sencilla aplicación para
la detección precoz de esta dificultad.
El objetivo de este trabajo
es favorecer la detección precoz
de la dificultad de apren- dizaje de las matemáticas o
discalculia mediante la preparación de un test que permita indicar qué niños o niñas pueden
presentar esta dificultad del aprendizaje para poder po- ner
tratamiento en caso de que se corrobore el diagnóstico. Dicho test ha sido ensayado con las alumnas de 5º A del
Colegio Pineda de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) de cuyo análisis se
presentan resultados.
Metodología
El primer paso para la confección del test es definir los criterios de diagnóstico y para ello se
ha hecho una revisión de la literatura existente. Según Sans (2008) y Serra (2015), es posible realizar
un diagnóstico precoz
de la discalculia en el aula, observando a los niños y siguiendo los criterios detallados
a continuación:
•
Dificultad para adquirir los conceptos numéricos
básicos y, posteriormente, auto-
matizar los procedimientos
•
Falta de habilidad para contar en orden ascendente descendente o ambos
• Dificultades para aprender las operaciones básicas
de suma resta, multiplicación y
división y en la ejecución de ejercicios
• Uso de estrategias
ineficaces en la resolución de operaciones.
• Errores en el uso de los
signos como inversión u olvido
• Olvido de los números llevados
• Mala ubicación de los
números en la realización de operaciones.
• Es muy difícil hacer
cálculos aproximados.
• Cuesta manipular cifras
grandes, como los centenares y los miles.
• Hay errores de
transcripción, por ejemplo, escribir números
dictados.
Con el fin de obtener un buen diagnóstico de la
discalculia es importante, además de evaluar las capacidades numéricas y de
cálculo, evaluar otras funciones cognitivas, como la memoria, la atención, las
capacidades visuoperceptivas y visuoespaciales y las funciones ejecutivas. Para la detección
de la discalculia se han de utilizar pruebas referidas al criterio más que
pruebas referidas a la norma, ya que el objetivo no es solo conocer cuánto se
aleja una persona de un nivel de rendimiento preestablecido, que es lo que
valoran las prueba referidas a la norma, sino, también, en qué porcentaje de
eje- cución alcanza el criterio evaluado, que es lo que valoran
las pruebas referidas al criterio. El test tiene que detectar si un niño o niña tiene algún problema de discalculia y no tiene que posicionarlo con respecto el
resto de la clase.
Debido a que una posible dificultad en el aprendizaje
de las matemáticas se ma- nifiesta de distintos modos, en el momento de
preparar un test de detección, se deben tener en cuenta los diferentes matices
o tipos de discalculia que se han diferenciado. Los distintos tipos de discalculia que se consideran en este trabajo,
son los descritos por Kosc (1974) en base a su
definición de discalulia, y son los siguientes:
•
Discalculia verbal, que es la dificultad en nombrar cantidades matemáticas, núme-
ros, términos, símbolos y relaciones.
•
Discalculia practognóstica, que es la dificultad para enumerar, comparar
y manipu- lar objetos matemáticamente.
•
Discalculia léxica, que es la dificultad en la lectura
de los símbolos matemáticos.
• Discalculia gráfica,
que es la dificultad para escribir cifras y signos
matemáticos.
•
Discalculia ideodiagnóstica, que es la dificultad para
comprender conceptos y re- laciones matemáticas.
•
Discalculia operacional, que es la dificultad en la
realización de operaciones ma- temáticas.
•
Distinguir el tipo de discalculia es fundamental para
poder determinar la mejor es- trategia para corregirla.
Test para la detección precoz
de la discalculia
El objetivo del test es la detección de los errores sistemáticos que
cometen los alumnos ya que, como afirmaba Rivière (1990),
en la mayoría de los casos son las únicas vías por las que se puede observar el
funcionamiento cognitivo de los alumnos. Siguiendo los diferentes matices, en
los que hemos visto que se puede presentar la discalculia, los criterios
diagnósticos de Sans (2008) y Serra (2015), y la experiencia en el aula, los elementos indispensables que debe contener
un test de detección son los mostrados en la tabla 1, siguiente:
Tabla 1. Contenido test
|
Comprensión verbal
|
Para valorar la posible dificultad en el
reconocimiento del
vocabulario matemático
|
|
Relaciones espaciales
|
Para medir la posible dificultad en identificar la
cantidad de
piezas que conforman un objetivo completo
|
|
Series numéricas
|
Para
medir posible dificultad de razonar
con conceptos que dependen de las relaciones matemáticas completando secuencias de números
|
|
Matrices numéricas
|
Para medir
la posible dificultad de razonamiento cuantitativo completando
visualizaciones bidimensionales de números
|
|
Razonamiento numérico
|
Para medir
la posible dificultad de razonar con conceptos matemáticos que involucran las
operaciones y propiedades de los números
|
|
Cálculo mental
|
Para medir la posible dificultad de realizar
cálculos matemáticos
|
|
Resolución de problemas
simples
|
Para medir
la posible dificultad de resolver problemas lógi- cos que relacionan el
lenguaje verbal, numérico y gráfico
|
Con respecto la comprensión verbal se escoge primero
un ejercicio en el que apa- recen unos números
escritos en letra que los/as
alumnos/as deben escribir
en cifras para valorar su reconocimiento en lenguaje
matemático. Los tres ejercicios siguientes están destinados al reconocimiento
oral de los números, se dictan tres series de números y las alumnas deben
escribirlos, en cifras, en las casillas correspondientes, la primera en
dirección vertical, la segunda horizontal y la tercera siguiendo la dirección
horaria para, además de valorar el reconocimiento de las cifras y comprensión
del valor posicional de las cifras,
poder detectar si la orientación espacial les afecta en la trascripción de los
datos. Posibles números a dictar son:
Tabla 2. Ejemplo de series a dictar en el apartado de comprensión
verbal
|
Primera serie:
|
6734, 7632, 3835, 4620, 3783, 9687, 3966, 5376,
6676, 8768
|
|
Segunda serie:
|
634, 632, 835, 420, 383, 987, 966, 376, 676, 768
|
|
Tercera serie:
|
415, 66, 77, 87, 68, 36, 336, 768, 565, 363, 678,
276
|
Como puede observarse, los números escogidos
contienen, en especial, los dígi- tos 3, 6, 7, 8 ya que la confusión entre 3, 6 y 8; y entre
los números que empiezan con las
cifras 6 o 7, suelen
ser las más frecuentes en personas con discalculia.En el caso de las
series numéricas, se plantean ejercicios que permiten observar
si los estudiantes empie-
zan la serie por el número correcto, olvidan algún número
al contar o colocan los elemen-
tos de la serie en el orden correcto. Es importante incluir
series en orden
descendente.
Para las matrices
numéricas, se han propuesto dos ejercicios uno con cuatro
apar- tados en los que se tienen que completar series numéricas, pero
ahora de forma bidi- mensional. La finalidad de estos ejercicios es valorar si
presentan dificultades en la or- ganización espacial viendo
si observan qué números completan
la matriz y si los colocan
en la posición correcta. En el segundo
ejercicio se presenta
una matriz cuadrada
con 100 casillas conteniendo
los números del 1 al 100 pero algunos están escondidos debajo de dibujos y se trata
de averiguar cuáles
son, ejercicio sencillo
pero que permite
observar si se saltan números
al contar y si localizan el lugar donde debe colocarse la respuesta. Al igual que para las series numéricas,
las secuencias numéricas a seguir son fácilmente identificables para la edad de los estudiantes a los que va dirigido, en este caso de quinto de primaria.
En cuanto al razonamiento numérico, uno de los errores
bastante comunes en alumnos o alumnas
con discalculia es la confusión de signos de las operaciones elemen- tales. Por dicho motivo, se considera fundamental que
en un test de detección de dis- calculia aparezca una parte dedicada
a observar si el alumno
o alumna se confunde con dichos signos. Para ello se proponen
ejercicios de operaciones básicas encadenadas, con números de uno o dos
dígitos, para observar si comprenden la operación que reali- zan y saben
ejecutarla numéricamente, además se proponen ejercicios de operaciones básicas, también
encadenadas, en las que no aparecen todos los signos para observar
si conocen la reversibilidad de las operaciones. También se proponen un par de ejercicios bidimensionales,
concretamente un crucigrama de cálculo y una sopa de números, para observar si la organización espacial les dificulta la ejecución de las operaciones ya que a un alumno o alumna con discalculia le cuesta ver la diferencia entre “x-y” e “y-x”, es decir
le es lo mismo 8-3 que 3-8, y, a la
vez, les confunde la escritura vertical.
Cada persona con dificultad de aprendizaje de las
matemáticas puede presentar signos muy distintos pero una característica, que
suele ser bastante común en todas ellas, es la dificultad en realizar cálculo
mental. Es por ello que no puede faltar una prue-
ba que permita valorar si los alumnos o alumnas presentan alguna dificultad al
realizar cálculo mental. Se ha descartado preparar una prueba
clásica de dictado
de operaciones para que
realicen el cálculo mentalmente y escriban el resultado final ya que la prueba
podría verse alterada por problemas de comprensión verbal. Además, se ha puesto
un ejemplo en cada una de las columnas para facilitar la comprensión del enunciado.
Es muy importante evitar que los fallos puedan ser de comprensión.
Tabla 3.
Posibles Columnas de cálculo mental a proponer
|
Sumas que dan 10
|
Sumas que dan 100
|
Sumas que dan 1000
|
Dobles
|
Otro síntoma bastante común en las personas con
discalculia es la dificultad que muestran en las habilidades visuo-espaciales.
Les suele ser difícil, por ejemplo, identifi- car la cantidad de piezas que conforman un objetivo completo,
por lo que no puede faltar
un apartado de relaciones espaciales, en él se muestren imágenes de las que se
tiene que identificar la cantidad de ciertos
objetos.
Puesto que los alumnos/as con alguna dificultad de
aprendizaje, y en particular de las matemáticas, suelen arrastrar algún déficit
en estrategias cognitivas, en el test se propone, también, un par de problemas
simples para resolver, con el objetivo de valorar la posible dificultad en la
resolución de problemas lógicos que relacionan el lenguaje verbal, numérico
y gráfico. El nivel de dificultad pensado
para estos problemas
ha de ser tal que, si se tiene claro qué pregunta el problema, el
cálculo a realizar pueda hacerse mentalmente
y de forma automática para todas aquellas
personas que estén en nivel
de primaria correspondiente (en este caso concreto, quinto
de primaria), y no tengan
ningún tipo de dificultad de aprendizaje. El test se ha ensayado
a un grupo de 25 estudiantes de quinto de educación primaria del centro
escolar Pineda, colegio situado en la población de L’Hospitalet de Llobregat en
el área metropolitana de Barcelona.
Resultados
Para sacar conclusiones es necesario puntuar el test de manera que, el
valor obtenido en las respuestas permita detectar la presencia o no de
discalculia. Cada una de las siete tareas realizadas se ha puntuado sobre cien
y la valoración global de la prueba se
ha obtenido computando la media aritmética de las puntuaciones parciales.A fin
de proporcionar categorías cualitativas a estos datos cuantitativos, se
consideran valores normales los comprendidos entre la desviación estándar por
encima y por debajo de la media. Las puntuaciones que están por encima de la
desviación estándar y por encima de la media son consideradas buenas
puntuaciones, y las que están por debajo de la desviación estándar y por debajo
de la media, pasan a ser consideradas como
críticas.
Para valorar la fiabilidad de la prueba, se ha
utilizado el coeficiente “alfa de Cron- bach” a partir de las respuestas
correctas del test. El valor obtenido, utilizando el sof- tware matemático MATLAB (versión R2012b), para este
coeficiente ha sido de 0.7123 y que
según el criterio general sobre los resultados del coeficiente alfa de Cronbach es más que aceptable y confiere fiabilidad a
la prueba. Dicho coeficiente se obtiene
a partir de las varianzas de cada uno de los apartados y la varianza
total obtenida de la suma de los
resultados de cada una de las participantes (González y Pazmiño, 2015). Se presentan, a continuación, los resultados obtenidos
y en los que se ha usa- do, para su análisis, la herramienta de software
matemático MATLAB (versión R2012b).
Los resultados obtenidos se mueven en una horquilla que va de la puntuación de
39,75 a 92,58, cuyas media aritmética, mediana, moda, varianza y desviación
estándar son:
Tabla 4. Valores estadísticos de los resultados del test
|
Media Aritmética
|
Mediana
|
Moda
|
Varianza
|
Desviación estándar
|
|
66.5127
|
65.6500
|
39.7500
|
220.5670
|
14.8515
|
Para un mejor análisis de los datos, se pasa a
variable discreta, agrupando las po- sibles puntuaciones, desde la mínima a la máxima, en intervalos de igual longitud.
Estos intervalos de puntuación son los
siguientes:
![]() |
Tabla 5. Intervalos de puntuación
![]() |
Y la distribución de frecuencias de datos correspondiente viene dada de la forma que muestra la figura 1. (A cada intervalo el software Matlab le asigna un color y a cada color su frecuencia).
Figura 1. Distribución de
frecuencias de puntuaciones del test
El porcentaje de alumnas con puntuación
menor de 50, como era de esperar, es bajo. Esto es debido a que el test ha sido
preparado para detectar posibles casos de discalculia y no el nivel de
matemáticas de las alumnas ya que, como hemos dicho, el objetivo, además de
conocer cuánto se aleja una persona de un nivel de rendimiento preestablecido,
es conocer en qué porcentaje de ejecución alcanza el criterio evaluado.
La puntuación más baja corresponde al test realizado
por una alumna que padece la enfermedad degenerativa “Ataxia de Friedreich”.
Esta enfermedad actualmente no tiene cura y la alumna cada vez tiene más
dificultades de movilidad física. La baja pun- tuación puede ser debida a la
dificultad en escribir más que a una posible dificultad de aprendizaje de las
matemáticas. Aunque para descartar definitivamente la discalculia debería
pasarle un test dejándole más tiempo para realizarlo.
Para hacer un análisis detallado
sobre los demás casos, y en especial
los relativos a bajas
calificaciones (alumnas con puntuación inferior a 50), se deben revisar los re-
sultados en cada uno de los apartados del test, ya que, además del análisis
cuantitativo presentado que compara el nivel de rendimiento, interesa conocer
el nivel de ejecución que alcanza cada una de las alumnas en cada uno de los
criterios a evaluar, ya que se
quiere detectar si una alumna tiene algún problema con respecto a los criterios
evalua- dos. Hay que tener en cuenta que una baja puntuación en uno de los
apartados supone la reiteración de errores en dicho apartado
y cada uno de ellos valora un tipo de dificultad.
Se muestra a continuación (Tabla 6), la tabla con los resultados de cada uno de los apartados del test, de las alumnas
que precisan atención. Al realizar el análisis cualitativo ha llamado la atención
las buenas puntuaciones en razonamiento, una posible respuesta a ello, es que el centro escolar
dedica una hora de docencia semanal a la realización de un taller de
razonamiento, a lo largo de primaria. Debido a ello se han ponderado las
puntuaciones y se ha trabajado con estos resultados (puntuaciones TOTAL P
en la tabla 6). Estos casos han sido derivados al departamento de psicología del centro con el fin de
aplicar los protocolos pertinentes para confirmar el diagnóstico.
![]() |
Tabla 6. Resultados que merecen especial atención
Discusión y conclusiones
Las dificultades de aprendizaje constituyen una barrera para el
desarrollo integral del niño o niña que las padecen. Esta barrera, en algunas ocasiones, ralentiza el aprendizaje e impide el alcance
de las competencias necesarias para futuras etapas
educativas o de la vida. Es, por lo tanto,
imprescindible detectar y encontrar estrategias y recursos para su tratamiento
y eliminación de estas barreras.
El objetivo de este trabajo ha sido la preparación de
un test de ayuda al docente para la detección temprana de la discalculia. Para
la construcción de dicho test se ha partido de los distintos tipos de
discalculia, descritos por Kosc (1974), y se ha buscado la
manera de explorar de forma exhaustiva las capacidades numéricas. El caso
práctico ha sido preparado teniendo en cuenta la edad y nivel escolar de los
escolares que iban a realizarlo. Para cada edad o etapa escolar, se deben adaptar las cuestiones concretas planteadas, pero siguiendo el esquema presentado para poder valorar
la presencia o no
de cualquier tipo de discalculia.
El test presentado no contiene cuestiones relacionadas
con la frecuencia o inten- sidad de la variable a medir ni tampoco elementos
formulados en términos negativos, lo que permite confiar
en los resultados obtenidos. No se dispone
de otros test de detección de discalculia para uso de docentes, por lo que no puede
hacerse comparativas. Hay que
recordar que los test existentes para la detección de la discalculia son
neuropsicológi- cos. Sin embargo, los resultados obtenidos del análisis hacen
estar esperanzados en la utilidad del mismo. La realización del test es un
punto de partida para iniciar un proceso de detección, y, en su caso, iniciar un proceso de enseñanza y aprendizaje
adaptado a las necesidades específicas del alumno o alumna con dificultades de
aprendizaje. Este aprendizaje debe ser significativo para el alumno
o alumna de manera que la plasticidad cerebral le abra una puerta a la esperanza
de que pueden mejorar y que a pesar de que
la dificultad no desaparezca, le permita seguir adelante no solo en la escuela
sino tam- bién, y, sobre todo, para
la vida.
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Maria Isabel
Domínguez García Es Graduada en Estudios Ingleses
por la Universitat de Barcelona
(2015) Master de formación del profesorado en la
especialidad de lenguas extranjeras (Inglès) por la Universidad a Distancia de
Ma- drid (2015) y Graduada en Educación primaria
por la universidad internacional de Valencia
(2018). Mi línea de inves- tigación se centra en la mejora
de la calidad de aprendizaje de estudiantes con dificultades en especial discalcúlicos.
Licencia
CC BY-NC 4.0 ISBN 978-94-92805-12-6
4
El alumnado con diversidad
funcional en la formación profesional
Amparo Albero Valdés y Eugenio Toledo Pastor
CIPFP Canastell de San Vicente del Raspeig,
Alicante, España
Introducción
Superemos el pasado para conquistar las ventajas
del futuro
Son bien conocidas las muchas dificultades que el alumnado con diversidad
funcional afronta mientras permanece en el sistema educativo. Este devenir
parece estar unido a su condición funcional, condenando a una minoría a un proceso
institucional que suele acabar en la declaración de incapacidad laboral. Se
conocen igualmente las trabas que sufren a la hora de encontrar y conservar un empleo. Para atenuar y superar en la medida de
lo posible dichas
dificultades, en el curso 2014-15
pusimos en marcha
un programa de cualificación profesional básica dirigido
a alumnado con necesidades educativas perma- nentes. El programa contenía dos competencias
profesionales: Limpieza de superficies y mobiliario en edificios y locales,
perteneciente a la familia de Servicios Socioculturales y a la Comunidad; y
Actividades auxiliares en viveros jardines y centros de jardinería,
perteneciente a la familia Agraria.
Sin embargo, antes de explicar
los detalles de nuestra
propuesta, es imprescindible establecer el contexto socio-económico que la justifica.
Cualquiera que conozca el mundo de la diversidad
funcional sabe que, hasta hace bien poco, al alumnado con dificultades se le
separaba del resto. Téngase presente que la Ley Orgánica 1/1990, de 3 de
octubre, de Ordenación General del Sistema Educativo (LOGSE), abordó por primera
vez la integración del alumnado
con necesidades educati- vas especiales, hasta entonces
marginados o ignorados. Se puede afirmar que, a partir de esa ley orgánica, la diversidad fue incorporándose paulatinamente a las aulas.
El gran avance que supuso la inclusión no oculta el hecho de que aún quedan muchísimas cosas por hacer en este ámbito. Por ejemplo, a pesar de los
avances en estos últimos años, todavía perdura el gran desafío de conseguir que
el alumnado con diversidad funcional aumente sus posibilidades de conseguir un empleo.
Al abordar la empleabilidad de este alumnado, nos
enfrentamos a varios obstá- culos. Por un lado, las empresas se muestran
reacias a contratar personas con este perfil por un conjunto de razones de muy
diversa naturaleza, entre las que destacan las
Cita sugerida:
|
Albero Valdés, A., y Toledo Pastor, E.
(2019). El alumnado
con diversidad funcional
en la formación profesional. En A. Cotán Fernández (Coord.),
Nuevos paradigmas en los procesos de enseñanza-aprendizaje. (pp. 28-38).
Eindhoven, NL: Adaya Press.
siguientes: primero, el alumnado con diversidad funcional no suele estar
bien forma- do; segundo, a menudo
solicita trabajos que no se ajustan a sus capacidades manifiestas y/o potenciales; tercero, la inclusión como
dinámica normalizadora ha llegado tarde a nuestro país y no existe tradición inclusiva en nuestras
empresas; cuarto, en nuestro país es objetivamente difícil encontrar
un trabajo, independientemente del perfil que tenga el demandante.
Dicho lo anterior,
nosotros estamos convencidos de que al empleo se llega por un único camino,
que es la formación. Y esta máxima,
siendo verdadera para todos, es espe-
cialmente relevante en el caso de las personas con diversidad funcional. Existe en la actua-
lidad abundante literatura en torno a los programas de formación profesional para el alum- nado con necesidad específica de
apoyo educativo o con diversidad funcional (de aquí en adelante NEAE); por
ejemplo: Dalferth (2012), De Schipper et al. (2016), Fasching (2014), Hedley et al. (2016), Nicholas et al. (2015), Pallisera (2011),
Tomblin y Haring (1999). De igual modo, los datos muestran que sólo una pequeña
parte del alumna- do NEAE acaba
obteniendo un trabajo, aunque las cifras son poco precisas: Dalfer- th (2012) dice que entre dos tercios y tres cuartos
de todos los adultos con autismo pare- cen estar excluidos por completo de
cualquier proceso de empleo; Howling et
al. (2014) sostiene
que sólo en torno al 24% obtiene
empleo, la mayoría
en entornos tutelados.
¿Qué lectura se puede hacer de datos tan parciales e
incompletos? Para respon- der a esta pregunta, hemos de recurrir al informe de
empleo de la Organización para la Cooperación
y el Desarrollo Económicos (OCDE)
para 2015, que nos da una imagen más
clara (la OCDE emplea la palabra discapacidad y aquí se cita literalmente el
texto de la OCDE): la tasa de empleo para personas con discapacidad es mucho
más baja que la de quienes no tienen ninguna discapacidad. En los 16 países de
la OCDE que se repre- sentan en la figura 3.2, cuadro b, que se muestra a continuación (figura
1), la tasa de em- pleo
de los discapacitados es entre
un 12 y 44 por cien inferior
a la de los no discapacita-
dos (2015, p.114). Su tasa de empleo varía desde el 54% de Alemania al 27% de Hungría.
![]() |
Figura 1. Tasa
de empleo de discapacitados y no discapacitados
En cualquier caso, es evidente que las personas con
diversidad funcional sufren la lacra del
desempleo en mayor medida que otros grupos sociales; por ejemplo, en España un
27,6% más que los hombres cuya edad está comprendida entre los 25 y los 54 años, que se considera el grupo de personas con mayor empleabilidad (OECD, 2017,
p. 39). Todos sabemos que la
sociedad occidental mira con desconfianza al parado, y sabemos igualmente el tremendo impacto
que el desempleo tiene en los individuos, tanto a nivel personal
como familiar. Es fácil por tanto concluir
que para una persona con diver-
sidad funcional el empleo es, si cabe, más importante y necesario que para una persona
con capacidad ordinaria.
Por ese motivo, por estar descontentos con la terrible
realidad del desempleo generalizado entre las personas con diversidad
funcional, empezamos a planear nue- vas formas de acometer este problema y de
obtener mejores resultados. Tras muchos años trabajando con este colectivo, el
Centro Integrado Público de Formación Profesio- nal Canastell nos contrató
con el fin de ofrecer
un itinerario formativo
para este alumnado dentro del sistema público, lo
cual se explica en el punto siguiente.
Principales características del programa
formativo
Las sociedades occidentales se han esforzado por dar al alumnado con
diversidad fun- cional una formación
profesional hecha a su medida,
pero a día de hoy esta meta aún no se ha alcanzado. E incluso se podría decir que ha habido excesos
y abusos como los que relata Silberman (2015, p. 290): “entre otros, enviar a las internas
de un centro de disca- pacitados a trabajar de sirvientas en casas acomodadas”. Huyendo de los estereotipos y con el afán de romper las barreras que
suelen entorpecer el progreso del alumnado con diversidad funcional, nos propusimos formarlo
de la mejor manera posible
en una o más competencias
profesionales a través de un programa formativo de cualificación básica. En la
Comunitat Valenciana, estos
programas se regularon mediante la Orden 73/2014,
de la Consellería de Educación, Cultura y Deporte, cuyo segundo artículo, que
se cita a continuación, contiene toda una declaración de intenciones:
Los
programas formativos de cualificación básica constituyen una oferta formativa,
adaptada a las necesidades específicas del alumnado que ha abandonado la
enseñanza reglada sin haber conseguido los objetivos previstos en la Educación
Secundaria Obligatoria o que pre- sente necesidades educativas especiales
asociadas a condiciones personales de discapaci- dad o trastornos graves de
conducta que hayan impedido la consecución de dichos estudios secundarios.
Estos programas se adaptarán a las circunstancias personales de sus destina-
tarios y posibilitarán la inserción sociolaboral de estos.
La estructura del programa contempla una parte con
módulos de carácter general y otra dedicada a los módulos profesionales
específicos, siendo esta segunda mayor que la primera. Si bien es verdad que
toda formación necesita una parte teórica (en este caso, un mínimo del 30%),
nosotros ponemos el acento en la formación práctica. A tal fin, introducimos a
nuestro alumnado en situaciones laborales reales donde pueden aplicar lo
aprendido durante su instrucción y, así,
demostrar su valía. Este camino, que aquí parece llano y seguido,
está lleno de peligros y dificultades. Por ejemplo, nos hemos
esforzado por evitar que nuestro programa se viera reducido a una nueva
modalidad de respiro familiar. A tal
fin, para evitar que nuestro programa se convierta en otro taller más donde las
familias de este alumnado, estresadas y sobrecargadas, dejan a sus hi- jos
mientras atienden sus obligaciones cotidianas, hemos subrayado la importancia
del compromiso, tanto de las familias como del alumnado. De igual modo, hemos
apostado por la autonomía del alumnado, pidiéndoles que llegaran al centro y se marcharan de él a través
del transporte público
o a pie, en lugar de permitir
que las familias se ocuparan
del traslado. También hemos
insistido en que las tareas encomendadas debían ser siempre completadas, aunque
eso implicara que algunos alumnos y alumnas invirtieran en ello mucho más
tiempo que otros. Con esto se persigue que adquieran varias capacidades muy demandadas por las empresas: autonomía, actitud positiva
y sentido crítico
frente a las tareas que realizan.
Tal y como
establece el artículo 4 de la Orden 73/2014 antes
mencionada, a estos programas acceden jóvenes que han cumplido 16 años y no han
obtenido el título de Graduado en Educación Secundaria Obligatoria. En nuestro
caso, se trata de “jóvenes con necesidades educativas especiales asociadas a
condiciones personales de disca- pacidad intelectual o trastornos graves
de conducta que hayan cursado
la escolarización básica en
centros ordinarios o en centros específicos de educación especial.” Como es
fácil imaginar, se trata de muchachos y muchachas con baja autoestima y, en consecuen-
cia, nuestra actuación se centra
en hacerles conscientes de sus propias
capacidades. Se aspira a que
el alumnado con diversidad funcional consiga, a través de una formación
profesional básica, estar preparado para alcanzar la autonomía psicofísica,
emocional y social que facilite su emancipación y la auto-realización personal.
Como se ha mencionado antes, la parte fundamental del
proceso formativo reside en la práctica continua y significativa de las rutinas
profesionales programadas, pues ésta aúna la dimensión social y la laboral.
Precisamente por eso, hemos establecido acuerdos tanto con la corporación
municipal local como con varias empresas, para que nuestro alumnado realice el
módulo de Formación en Centro de Trabajo, en las insta- laciones de dichas
empresas e instituciones durante varios meses con el compromiso de que
contratarán a aquellos que destaquen. De esta forma, se ha conseguido facilitar
la incorporación laboral de calidad a seis de nuestros veinticuatro
estudiantes. Nuestro objetivo es alcanzar empleo para la mitad del alumnado en
cada una de las futuras pro- mociones.
Por último, cabría señalar que nuestro proyecto está
en perfecta consonancia con las conclusiones alcanzadas en el Congreso sobre
Formación Profesional y educación para el alumnado con necesidades educativas
especiales (VET Conference), celebrado en Chipre en noviembre de 2012. Los
países participantes acordaron entonces que, entre otras cosas: el alumnado
NEAE debería obtener la mejor formación posible; los estados deberían reducir
los trabajos subvencionados y los entornos tutelados en favor de la igualdad; se
debería disminuir el porcentaje de abandonos tempranos; el alumna- do NEAE
debería ocupar una posición central; y deberían promoverse amplias colabo-
raciones en el campo de la formación del alumnado NEAE. Los apartados
siguientes desarrollan algunos de estos aspectos.
¿Qué detectamos cuando el
alumnado NEAE se incorpora a nuestro programa?
Como se acaba de señalar,
matriculamos a alumnado
con diversidad funcional mayor de 16 años
porque la educación obligatoria básica en España se extiende a lo largo de 10
cursos, 6 de primaria y 4 de secundaria. Cuando se incorporan, la mayoría de
ellos se muestran muy tímidos
e inseguros por efecto de las muchas
dificultades que han padeci-
do en la educación ordinaria, donde predomina un enfoque academicista que no es nada
inclusivo. El sistema educativo tiende a transformar al alumnado con diversidad
funcio- nal en “niños permanentes”, puesto que no logran avanzar en su progreso
curricular, de modo que se estancan en
las etapas educativas de infantil y/o primaria mientras su evolución física
sigue progresando. Frente
a este modelo reductor, la formación profesio- nal es la base del bienestar
psico-social y cultural del individuo que presenta diversidad funcional porque
le permite progresar hacia la autonomía y la
independencia.
La timidez y la baja autoestima son rasgos comunes en
el alumnado NEAE. Se sabe también (Howlin,
2004) que son muy dependientes de sus familias,
no suelen tener buenos amigos y muestran
conductas estereotipadas. En cuanto a la distribución por se- xos,
Fasching (2014) indica que hay más alumnos (60%) que
alumnas (40%). Nuestros grupos acogen a entre 8 y 10 estudiantes con edades entre 16 y 21 años,
e incluyen todo tipo de diversidad funcional, desde
el síndrome de Asperger al síndrome Down, y desde la inteligencia borderline al
autismo. Por tanto, nuestros grupos son al final tan diversos que hay que hacer
un gran esfuerzo para que funcionen como una
unidad.
Para empezar, tenemos
la obligación de que nuestros estudiantes se sientan có- modos y relajados.
Antes de que empiece el curso académico, celebramos una reunión con sus
familias para exponer nuestro proyecto, explicar nuestro plan de actuación y
solicitar cooperación. Por encima de cualquier otra cosa, necesitamos que las
familias apoyen la independencia y autonomía de sus hijos e hijas,
y que crean de verdad
que, en un futuro próximo, sus
hijos pueden emanciparse a través de la inserción laboral.
Una cosa tan sencilla como coger un autobús o ir a pie
al centro encuentra en ocasiones la oposición de los padres, temerosos de que
sus hijos puedan perderse o tener un accidente porque muchos progenitores, sin
admitirlo, ven a sus propios hijos como si aún fueran alumnado de infantil y
primaria, razón por la que utilizan las mismas estrategias de protección y
defensa. Por eso, entre otras muchas cosas, promovemos enérgicamente la
autonomía y exigimos a las familias que compartan nuestra posición a este
respecto. Así que, desde el primer día, el alumnado NEAE viene al centro por su
cuenta, sin tutela ninguna, de modo que se expone a las mismas vivencias
cotidianas que el alumnado ordinario.
En segundo lugar, con muchísima frecuencia,
descubrimos que muchos de ellos no saben atarse las cordoneras, abrocharse un
botón, doblar una toalla, o cuidar sus pertenencias, sencillamente porque nadie
les ha enseñado o porque sus padres pensa-
ron que era más fácil hacerlo ellos mismos que enseñarlo, con lo que
regresamos a la infantilización del alumnado NEAE. Es evidente que, incluso
cuando se hace por amor o por amabilidad, la sobreprotección emocional,
afectiva y psicosocial socava y debilita la autonomía de este alumnado. Así que
nada más empezar el curso nos ocupamos de detectar las destrezas básicas de las
que carecen y, después, diseñamos
estrategias individualizadas para ayudarles. Es una gran satisfacción para nosotros ver lo felices
que se muestran cuando logran hacer por sí solos algo que sus padres
siempre les habían hecho.
En tercer lugar, existe
un periodo de acomodación durante el que nuestro alum- nado NEAE y todo el
profesorado han de conocerse mutuamente y aprender a trabajar juntos. No es una convergencia fácil,
pero lo logramos
trayendo más personal
docente al principio de curso, porque
de esta forma podemos dividir
los grupos en dos mitades
más pequeñas. De esta forma, el proceso de familiarización es más rápido
y nuestro alumna- do NEAE puede disfrutar de mayor
apoyo mientras interiorizan y automatizan todos los protocolos y rutinas que necesitarán. Sobre las muchas
dificultades del profesorado que trabaja la formación
profesional con este tipo de alumnado, véase por ejemplo,
el artículo de Hirvonen (2011).
En último lugar, puesto
que el umbral de atención del alumnado NEAE es más re- ducido, cambiamos de
actividad con frecuencia y nunca menos de tres veces cada ma- ñana. Un día
típico suele empezar con una breve instrucción práctica centrada en la
descripción de la tarea que vamos a realizar, durante la que se comprueba que
la indu- mentaria es adecuada y se revisa la prevención de riesgos laborales.
Seguidamente, comienzan a hacer trabajo por parejas y, tras ello, se organizan en grupos para trabajar por proyectos. Finalmente, hacen algunas
actividades que refuerzan la psicomotricidad y mejoran la postura ergonómica a la hora
de realizar el trabajo encomendado.
¿Qué hacemos para mejorar sus
destrezas sociales y labo- rales?
En el congreso “VET Conference”, celebrado en Chipre en Noviembre de
2012, se su- brayó la enorme importancia de las habilidades sociales en la
formación de este alum- nado. De manera más específica, las pautas europeas
para la práctica exitosa en la formación profesional y educativa ((European
Agency for Special Needs and Inclusive Education, 2014) incluyen un factor que se ha integrado en el modelo
sistemático de for- mación. Este factor defiende que se
otorgue “la atención apropiada al desarrollo de las habilidades sociales
y al bienestar, por ejemplo:
habilidades comunicativas, personales y sociales, derechos, obligaciones de la ciudadanía, actividades de la vida cotidiana” (AVC, 2014, p.52).
Por tanto, nos interesamos por abordar el lado social
y cultural del alumnado antes incluso de enseñarle otras
destrezas. Para cumplir
con las indicaciones del Congreso an- tes
mencionado, hemos diseñado
un proceso de “intercambio multigrupal” que permite al alumnado con diversidad funcional acudir, de cuando en cuando, a otros
grupos discen-
tes. De igual modo, el alumnado de esos otros grupos se integra
ocasionalmente en el nuestro. A través
de este proceso
se busca la inserción, la integración y la normalización del alumnado NEAE en el
resto de grupos que forman nuestra comunidad
educativa.
Tal vez la mejor
forma de ilustrar
lo que acabamos de decir
sea relatar una jornada
ordinaria, que siempre empieza con una reunión: el profesorado da los buenos
días a todo el alumnado NEAE y éstos disponen de diez minutos para uniformarse
y volver al aula. Cuando ya estamos nuevamente reunidos, solemos realizar
alguna actividad de es-
timulación sensomotriz para mejorar la psicomotricidad y la ergonomía
propia del trabajo que van a desempeñar. A modo de
ejemplo, podríamos citar actividades tan diversas como hacer y deshacer nudos
doblar y desdoblar bayetas, saltar a la comba o, incluso, bailar. Se hace mucho hincapié en que
estas tareas se realicen según las normas bási- cas de higiene postural
previamente establecidas.
Aunque parezca una actividad artificiosa y con poco
aporte didáctico, lo cierto es que hemos comprobado que escuchar música y
bailar juntos cohesiona el grupo mucho más que las tareas cotidianas. De hecho,
en el curso 2015-2016 preparamos un baile final de curso que fue muy aplaudido
por el resto de alumnado. Y en relación con este aspecto, queremos
agradecer la inestimable ayuda de Lucía Blasco, una alumna de FPB
de Cocina y Restauración, que es monitora de baile por las tardes, y coordinó
nuestros ensayos.
Nuestra relación con las familias, constante y fluida,
merece un comentario deta- llado. Muchas de estas familias forman parte de la
Asociación para la Educación y la Formación Integrales (AEFI), la cual está
luchando por los derechos de estos jóvenes desde que nacieron. Por tanto, no
hace falta decir que es un grupo muy concienciado y comprometido con la
formación y la búsqueda de empleo para el alumnado NEAE. En colaboración con ellas y con nuestro
propio centro, CIPFP Canastell, nos lanzamos a ex-
plorar el mercado de trabajo
y a elaborar una propuesta
que fuera, por un lado, realista, y por otro, aceptable tanto para las
familias como para el tejido industrial y empresarial de la zona. Este plan de
empleo se explica en el siguiente punto.
¿Cómo se pone en práctica nuestro plan de
empleo?
A lo largo del presente artículo, hemos resaltado la importancia de que
nuestros estu- diantes sean independientes y se desenvuelvan con la suficiente
autonomía. Estas ha- bilidades son el único camino
para convertirse en verdaderos ciudadanos, protagonistas de la cultura y la sociedad en la que viven. Pero
para alcanzar este fin tan ambicioso, hemos de ir más allá de los talleres
tutelados, que es el modelo de atención más exten- dido en nuestra zona.
En torno a este tipo de talleres, ha habido un debate
muy controvertido. Algunos expertos creen que los alumnos con diversidad
funcional llegan mejor al mercado labo- ral a través de los entornos tutelados,
donde están hasta cierto punto protegidos, aún a costa de que su autonomía y su
independencia se vea mermada. Sin embargo, noso- tros apostamos por que
nuestros estudiantes sean capaces de trabajar en condiciones
ordinarias, aunque eso implique alguna adaptación por razón de sus
condiciones singu- lares (empleo supervisado o con apoyo). Esta posición
concuerda con la defendida por Cimera et
al. (2012), quienes han comparado dos grandes grupos
de trabajadores con diversidad funcional en empleos supervisados: un grupo
procedía de talleres tutelados y el otro de entornos no tutelados. Su estudio
ha establecido que “los individuos de los talleres tutelados trabajan
muchísimas menos horas y ganaban muchísimo menos que los individuos que no procedían de talleres tutelados” (2012, p.88). Esta posición también encuentra apoyo en, entre otros,
Garcia-Villamisar et al. (2000, 2002) y Nicholas et al. (2015,
p. 240).
Por tanto, después de completar su formación, nuestros
estudiantes pasan varios meses en entornos reales de trabajo haciendo las
tareas que se les encomiendan. Casi siempre trabajan bajo la supervisión de un
trabajador ordinario, quien le ayuda a com- pletar su formación mostrándole el
conocimiento aplicado que posee. La idea es que el alumnado NEAE en prácticas
adquiera durante este periodo los automatismos necesa- rios que faciliten la realización de las rutinas
laborales necesarias. Al mismo tiempo,
hay también aquí un proceso selectivo, porque el alumnado se ordena de
acuerdo con su habilidad para desempeñar el trabajo encomendado. Quienes mejor
ejecutan su trabajo consiguen un contrato gracias al plan de empleo que
explicaremos más adelante. No obstante, antes de explicar dicho plan, queremos
señalar otro gran beneficio de la in- dependencia que promovemos, beneficio que
ha quedado establecido en un estudio de Taylor
et al. (2014).
Este estudio ha demostrado que “a mayor independencia laboral corresponde
mayores mejoras en los comportamientos inadaptados, en las actividades
cotidianas, e incluso en los rasgos básicos del autismo en la madurez” (2014, p.1456).
La conexión entre el empleo regular y la mejora de las
condiciones generales en la vida del alumnado NEAE no puede elogiarse lo
suficiente. Es el gran salto adelante en las vidas de personas que empezaron
con tan gran desventaja y que ahora pueden, hasta cierto punto, recuperar
terreno con programas similares al nuestro. El principal atractivo de nuestra
oferta formativa es el plan de empleo que hemos desarrollado en colaboración
con el ayuntamiento y empresas locales. Puesto que hoy en día la sensi- bilidad
hacia la responsabilidad social es mucho mayor que antaño, tanto las empresas
como el ayuntamiento fueron receptivas cuando les sugerimos que contrataran a
parte de nuestro alumnado NEAE una vez hubieran completado su formación.
Tuvimos reuniones con diversas empresas que aplican
las competencias profesio- nales impartidas en nuestro centro.
Les invitamos a ver lo que hacemos
y les explicamos que nuestro alumnado NEAE, aunque en principio pueda
ser algo más lento o menos diestro que los trabajadores normalizados, tiene a
su favor otros aspectos: por ejemplo, son muy fiables e irradian una felicidad
que es poco frecuente en la gente sin discapaci- dad. Hicimos lo mismo con el
ayuntamiento, que nos dio si cabe una respuesta más cá- lida. Por tanto, hemos
tenido a 24 alumnos y alumnas NEAE realizando su última etapa formativa tanto
en las empresas antes mencionadas como en el ayuntamiento. Muchos de ellos han de continuar formándose con nosotros un segundo año, pero los cuatro que mejor lo hicieron ya han sido
contratados y tienen muy buenas perspectivas para disfru- tar de una carrera
larga y satisfactoria.
Es muy importante destacar que hemos obtenido
valoraciones muy positivas de su trabajo. Por un lado, los empleadores están
contentos con el rendimiento de nuestro alumnado, así como con su buen carácter
y su compañerismo. Por otro lado, los otros trabajadores afirman que es muy fácil trabajar con ellos, pues aceptan las sugerencias y siempre están dispuestos a ayudar.
Conclusiones
Hasta este punto, hemos intentado explicar nuestro proyecto formativo de
manera cir- cunstanciada. Somos perfectamente conscientes de que acabamos de empezar a cami-
nar y que nos queda por recorrer
un largo trecho
repleto de obstáculos. De hecho, alguno de los estudios que hemos citado
antes advierten de la complejidad de este empeño. Por ejemplo, Hedley et al. (2016) escriben que, cuando se trata de alumnado NEAE,
hay todavía mucho que explorar en relación con el efecto que el empleo tiene sobre los indivi-
duos, el sistema familiar, los compañeros de trabajo y el empleador. Tampoco se conoce
el impacto de las diferencias individuales sobre el empleo. De igual modo,
la implicación de los entes
estatales en este asunto no está por el momento bien definida. Y, aun así, a pesar de las dificultades
relacionadas anteriormente, seguimos siendo entusiastas y estamos convencidos
de que superaremos las expectativas gracias al apoyo constante que encontramos
en el CIPFP Canastell, a la motivación excepcional de todos los ins- tructores
de nuestro programa, y a la cooperación constante de las familias de nuestros
estudiantes.
Basándonos en estos cimientos sólidos, queremos seguir
avanzando sin cesar. Entre otras cosas, pretendemos involucrar a más empresas
en nuestro plan de empleo, así como alcanzar un acuerdo más ambicioso con el
ayuntamiento para que acepten contratar a más estudiantes nuestros
en el futuro próximo. Con la perspectiva de los cua- tro
cursos transcurridos, se podría decir que nuestros
alumnos están viviendo
una doble transición: la que va del instituto
al trabajo y la que se desarrolla desde su casa a la vida
independiente. Para que ambas sean exitosas, debemos creer firmemente que
pueden conseguir culminarlas.
Entretanto, con una actitud crítica y exigente,
siempre estamos buscando nuevos modos de mejorar la formación que damos. Y por
supuesto, nosotros somos de hecho una gran familia, con lazos de profundo
afecto entre estudiantes e instructores. Aspi- ramos a expandir nuestro campo
de acción para que, cuando nuestros estudiantes se marchan para incorporarse al mercado de trabajo, podamos
seguir su progreso
y evaluar sus logros.
De esta forma,
podemos aplicar el fruto de la experiencia colectiva a genera- ciones más jóvenes de alumnado NEAE.
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of Vocational Education & Training, 51(3),
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Amparo Albero Valdés, diplomada en Ciencias Empresariales y Técnico Superior en Prevención de Riesgos La- borales, cuenta con más de 25 años de experiencia en la gestión ejecutiva de empresas de diversos sectores, pero también se ha ocupado del estudio y mejora de diversas áreas (tales como las ventas, las compras, la producción, etc.) Su gran bagaje profesional en el sector privado le permite funcionar muy eficazmente en el mundo de la educa- ción, al que se ha incorporado hace cinco cursos. Ha sido voluntaria en diversas ONGs, y este perfil la hace idónea para el alumnado con diversidad funcional.
Eugenio Toledo Pastor, Maestro y Especialista Universitario en Educación Física, Experto en Mediación en Conflic-
tos Educativos, Director
del Gabinete IDEM que presta
servicios educativos a menores con necesidades educativas especiales que presentan
diversidad funcional, cuenta con más de 20 años de experiencia en la
intervención edu- cativa con menores
que presentan diversidad funcional por discapacidad intelectual y/o disfunciones adaptativas en
situación de riesgo, habiendo sido deportista de élite y teniendo experiencia
en el ámbito de dirección de empresas relacionadas con la industria motociclista.
Licencia CC BY-NC 4.0 ISBN 978-94-92805-12-6
5
Percepción de la acción
tutorial en un centro de educación secundaria
Antonio José Moreno Guerrero1, Jesús López Belmonte2, y Santiago Pozo Sánchez3
1Universidad de Granada, España 2Universidad Internacional de Valencia, España 3Colegio
Concertado Beatriz de Silva, España
Grupo de Investigación AREA (HUM-672)
Introducción
La Acción Tutorial,
a nivel legislativo, se considera
como una medida general de Atención
a la Diversidad (Art. 4, Real Decreto 849/2010),
a la cual se le otorga gran importancia dentro del proceso educativo
(Preámbulo, Orden ECD/1361/2015; Art. 15, Real
Decreto 1105/2014). Tiene como
objetivo contribuir al desarrollo integral y equilibrado de todo el alumnado, para facilitar su inserción en la sociedad
como ciudadanos de pleno derecho. Cada grupo tiene su propio
profesor tutor, el cual se encarga, con el apoyo del Depar- tamento de
orientación, de elaborar propuestas, contribuir a su desarrollo y evaluación,
de la atención y seguimiento individualizado de su alumnado, así como de su
orienta- ción académica y profesional. Además, se responsabiliza de la
coordinación del equipo docente en el desarrollo y evaluación de los procesos
de enseñanza y aprendizaje y la mediación entre profesorado, alumnado y padres
o tutores legales en su caso. Es su obligación
mantener informados a los estudiantes de su grupo,
al equipo docente
de todo aquello que les
concierna en relación con las actividades docentes o complementarias, además de las decisiones adoptadas en materia
de evaluación y promoción, requiriendo su colaboración en las medidas que adopte el centro para favorecer el proceso educativo (Art. 16, Orden ECD/1361/2015; Art. 17, Orden ECD/2008/2015; Art. 4, Art. 80, Real De- creto 849/2010;
Art. 13, Real Decreto 732/1995).
Sin obviar además, la necesidad de una comunicación
fluida con las familias de discentes menores de edad en todo lo relativo al
proceso de aprendizaje, con el fin de facilitar las aclaraciones precisas para
una mayor eficacia del mismo, que sirva para suministrar pautas que faciliten
la recuperación y el progreso en el aprendizaje (Art. 29, Orden ECD/1361/2015).
Cita sugerida:
|
Moreno Guerrero, A.J., López Belmonte, J., y
Pozo Sánchez, S. (2019). Percepción de la acción tutorial en un centro de
educación secundaria. En A. Cotán Fernández (Coord.), Nuevos paradigmas en los procesos de enseñanza-aprendizaje. (pp.
39-48). Eindhoven, NL: Adaya Press.
Dentro del Proyecto
Educativo de Centro,
se recogen, entre otros aspectos,
el Plan de Acción Tutorial
(Art. 121, LOMCE, 2013), el cual está incluido dentro de la
Propuesta Curricular (Art. 18, Orden ECD/1361/2015)
teniendo los siguientes puntos:
•
Actuaciones que aseguren la coherencia educativa en el
desarrollo de las progra- maciones y la práctica docente del aula por parte del
profesorado del grupo.
•
Actuaciones que, de acuerdo con la planificación
realizada en la junta de profeso- res, guiarán el programa de actividades que se ha de realizar
en el horario semanal de tutoría.
•
Actuaciones para atender
individualmente a los alumnos, sobre
todo para aquellos que más lo precisen.
•
Actuaciones que permitan mantener una comunicación
fluida con las familias (Art. 80, Real Decreto 849/2010), además de
incluir las sesiones de evaluación y ca- lificación de los alumnos, así como el
calendario de los exámenes o de pruebas extraordinarias (Art. 9, Orden de 29 de
junio de 1994).
De forma más específica, las enseñanzas de
Bachillerato en el régimen de dis- tancia se caracterizan por la Acción
Tutorial necesaria para el proceso de enseñanza y aprendizaje, llevándose a cabo un seguimiento individualizado del proceso de aprendiza-
je de cada estudiante (Art. 18, Art. 22, Orden ECD/2008/2015). Mientras, en los módulos profesionales de Proyecto de los diversos
ciclos se organizan
sobre la base de la tutoría
individual y colectiva (Art. 26, Real Decreto
1147/2011).
Aunque la ley nos indique todos los aspectos
anteriormente indicados, la Acción Tutorial requiere de la participación de
docentes, familias, alumnos y otras personas e instituciones del entorno. Esta
acción orientadora debe ser llevada a cabo por el tutor y por el resto de
profesores, dando respuesta a alumnos, profesores y padres (Aguilera y Gómez, 2013; Lavilla, 2011; Morín, 2006).
La Acción Tutorial es una pieza para aglutinar lo
instructivo y lo educativo para potenciar la formación integral del individuo.
Además, puede ser individual, mediante una relación personalizada con cada
miembro del grupo, conociendo mejor a cada for- mando para ofrecerle la ayuda
que necesita; y grupal, donde se crean y reflexionan la condiciones necesarias
para que la dinámica de relación en el grupo de iguales sea un factor de
cambio, capaz de potenciar la integración y participación de todo el alumnado,
generando sentimientos de pertenencia, colectividad y confianza (Arnaiz e Isús,
1995; Bereziartua, Intxausti, y Odriozola, 2017; Lavilla, 2011; Morín, 2006).
Los temas a abordar desde la Acción
Tutorial incluyen todos aquellos contemplados desde un marco amplio
de la orientación. Entre ellos
están orientación profesional, infor- mación académica y profesional, desarrollo de estrategias
de aprendizaje, además de desarrollo personal y social (Bereziartua et al., 2017; Lavilla, 2011; Méndez
y Monescillo, 1994; Morín, 2006). La Acción Tutorial
requiere de la colaboración de todos los miembros
de la comunidad educativa para su diseño y planificación (Lavilla, 2011; Morín,
2006), además de existir relación entre los
diversos planes generados en el centro (Aguilera y Gómez, 2013)
Hay una serie de principios que debemos de tener presentes
en relación a la Acción Tutorial (Bereziartua et al., 2017;
Lavilla, 2011; Méndez y Monescillo, 1994):
• Es un proceso continuo y
sistemático que va a acompañar al sujeto en su
proceso
formativo,
proponiendo actividades formativas y organizadas por etapas y ciclos, dando
cabida a hechos necesarios en determinado momentos del curso escolar.
•
Tiene como principal objetivo la formación integral de la persona.
•
Debe de dar coherencia al currículo, manteniendo y
desarrollando prácticas edu- cativas iniciadas en etapas anteriores, mediante
un proceso de intercambio de información y de decisiones tomadas.
•
Tiene que generar
un clima afectivo de aceptación y participación entre todos los miembros de la
comunidad educativa.
La Acción Tutorial debe ofertarse a todos los alumnos
y en todos los momentos de su
escolaridad. Cada etapa exige desarrollar determinados aspectos de la Acción Tuto- rial (Lavilla, 2011). El objetivo
final de la misma en el alumno es conseguir un progresivo grado de autonomía,
de autoorientación y de la capacidad de tomar decisiones razona- das y
responsables, adecuadas a su momento evolutivo y educativo (Lavilla, 2011).
Objetivos
El objetivo principal
de esta investigación es conocer
la valoración de los diversos
miem- bros que componen la comunidad educativa del IES Abyla sobre
aspectos generales de la Acción Tutorial, centrándonos en la opinión de
docentes, padres y alumnos.
Método
Participantes
La población sobre la que se ha realizado el estudio son los alumnos
(n=1430), profeso- res (n=115) y padres (n=615) del IES Abyla de Ceuta
en el curso académico 2017/2018. Para el estudio hemos aplicado
un muestreo no probabilístico basado en los sujetos disponibles en el momento
de recogida de la muestra.
Los docentes que han participado en la recogida de
datos son 81, pertenecientes a los departamentos de Servicios Socioculturales y
a la Comunidad, Electricidad y Elec- trónica, Inglés, Matemáticas, Educación
Física y Deportiva, Física y Química, Griego, Geografía e Historia, Tecnología, Francés,
Informática, Artes Plásticas, Música, Ciencias
Naturales, Economía, Lengua Castellana y Literatura, Filosofía, y Orientación.
Estos de- partamentos engloban los
procesos de enseñanza y aprendizaje en la etapa de Edu- cación Secundaria
Obligatoria, Bachillerato, Formación Profesional Básica, Formación Profesional
Grado Medio y Formación Profesional Grado Superior.
Los alumnos que han participado en la recogida de
datos son 873, tanto chicos (44,5%) como chicas (55,5%) de todos los niveles que se imparten
en el centro educativo
(Educación Secundaria Obligatoria, Bachillerato y Formación Profesional). El
59,3% de los discentes ha nacido en España, habiendo
repetido en Primaria
un curso el 20% de los
encuestados y en Secundaria el 29,8%. El 12,6% del alumnado es absentista.
Las familias que han participado en la recogida de
datos son 328, de las cuales el 58,2% han nacido
en España, el resto lo han hecho
en otro país.
El 38,5% de las madres está desempleada o no está buscando
trabajo 14,6%, mientras
que el 19% de los padres
están desempleado. El 38,1% de los encuestados fueron al colegio,
pero no completaron los estudios de EGB o ESO.
Instrumentos
Los instrumentos utilizados en la investigación son tres cuestionarios obtenidos de la legislación
vigente, concretamente del Real Decreto 30/2016 en
su artículo 5, donde se encuentran redactados los cuestionarios de contextos para familias, alumnos
y docentes. El cuestionario del profesorado está compuesto de 8 dimensiones y 63 variables, siendo utilizada para este estudio una dimensión y 7 ítems; el de las familias
dispone de 6 dimensiones y 37 variables, analizándose una dimensión y 10 ítems;
y el del alumnado está formado de 7 dimensiones y 49 variables, siendo aplicada para este estudio una dimensión y 17 variables. Los ítems utilizados constan de 4 ó 5 alternativas de respuesta,
dependiendo de
la dimensión, en una escala tipo Likert.
Procedimiento
El cuestionario, después de su elaboración, fue transcrito al formulario
Google, para recopilar los datos de manera más eficiente y rápida para su
posterior interpretación. La obtención de los datos se realizó en el mes de
septiembre del curso 2017/2018.
La recogida de datos de los profesores se produjo
durante la celebración de un claustro de profesores, facilitándose al
profesorado el enlace web, para ser rellenado desde sus dispositivos móviles.
Aquel que no disponía de uno se le facilitó
un ordenador habilitado para
ello. El tiempo de elaboración del cuestionario fue de unos 30 minutos
aproximadamente, mostrando colaboración en todo momento.
La obtención de los datos de los alumnos se desarrolló
en el aula de informática y durante el mismo día. Se requirió de la
colaboración de 6 profesores del centro, cuyas funciones eran traer y llevar al
alumnado a clase, mantener el orden de los estudiantes en sus estancias en los
pasillos y solventar dudas o auxiliar al alumnado en la elabora- ción del
cuestionario. El tiempo de elaboración del cuestionario fue de unos 20 minutos
de media. El alumnado colaboró en todo momento.
Los datos de los padres se recogieron durante dos
semanas, dado que en un pri- mer momento se les facilitó el enlace web y
ordenadores en el centro. Debido al desco- nocimiento del castellano de la
mayoría de ellos, decidimos obtener los datos mediante cuestionarios en folio y
convocando a los padres a través del Departamento de Orien- tación. Cuando
asistían se les iba explicando las distintas cuestiones planteadas en el
documento para facilitar su relleno.
Análisis de datos
El tipo de estudio desarrollado es de tipo descriptivo, aplicando un
análisis de datos desde una perspectiva cuantitativa. El análisis de datos se
ha llevado a cabo a través del programa IBM SPSS Statistics 20. En el análisis
descriptivo lo hemos desarrollado mediante estudios descriptivos de frecuencia
y porcentajes.
Resultados y discusión de resultados
Las valoraciones por parte de las familias
y los alumnos están en consonancia, tendiendo hacia aspectos más positivos
que negativos. Este hecho se contradice con lo manifesta- do por los docentes, cuyas
apreciaciones tienden a ser intermedias.
En relación al alumnado, se observa que están muy de acuerdo
a la hora de afirmar que hay una buena relación entre
compañeros de clase (52,7%). También desde
una perspectiva positiva, el alumnado le gusta estar en el centro (42,2%),
sintiéndose seguro en el mismo
(45,1%), formando parte del mismo (42%), consideran que los profesores son
justos con ellos (44,9%), se sienten orgullosos de ir al centro (43%) y que
reciben una buena formación
(48,6%). Solo una minoría del centro considera todos estos aspec- tos de manera negativa, lo que
conlleva que el desarrollo de la Acción Tutorial influye positivamente en los
elementos establecidos (Tabla 1).
Tabla 1.
Afirmaciones del alumnado sobre la Acción Tutorial
|
Situaciones
|
Frecuencias
|
||||
|
Nada de
acuerdo
|
Poco de
acuerdo
|
Bastante de
acuerdo
|
Muy de
acuerdo
|
||
|
Me gusta estar en el centro
|
N
|
59
|
239
|
368
|
207
|
|
%
|
6,8%
|
27,4%
|
42,2%
|
23,7%
|
|
|
Me siento seguro en el centro
|
N
|
53
|
164
|
394
|
262
|
|
%
|
6,1%
|
18,8%
|
45,1%
|
30%
|
|
|
Me siento parte de este centro
|
N
|
65
|
157
|
367
|
284
|
|
%
|
7,4%
|
18%
|
42%
|
32,5%
|
|
|
Tengo buena
relación con mis com- pañeros de clase
|
N
|
31
|
75
|
307
|
460
|
|
%
|
3,6%
|
8,6%
|
35,2%
|
52,7%
|
|
|
Los profesores son justos conmigo
|
N
|
51
|
148
|
392
|
282
|
|
%
|
5,8%
|
17%
|
44,9%
|
32,3%
|
|
|
Estoy orgulloso de ir a este centro
|
N
|
62
|
148
|
375
|
288
|
|
%
|
7,1%
|
17%
|
43%
|
33%
|
|
|
La formación
que recibo en el cen- tro es buena
|
N
|
31
|
92
|
424
|
326
|
|
%
|
3,6%
|
10,5%
|
48,6%
|
37,3%
|
|
Cuando nos centramos en la valoración que tienen los
estudiantes sobre sus do- centes (Tabla 2),
la tendencia es positiva, estando bastante de acuerdo a la hora de afir- mar
que saben lo que esperan que hagan (46,7%), entienden fácilmente las
explicacio-
nes (48,9%), les interesa lo que dicen (44%), reciben
instrucciones interesantes (41,7%), sienten que responden con
claridad a sus preguntas (41%), explican adecuadamente (47,8%), les permiten
demostrar los conocimientos adquiridos (47%), plantean acciones educativas diferentes (40,4%), reciben aclaraciones sobre aquellos elementos en los que deben
mejorar (43,1%) y son escuchados cuando tienen algo que decir (40,1%). En este
caso, siguen siendo una minoría los que califican de manera negativa estas
cuestiones. Esto demuestra que los docentes adoptan acciones y actuaciones que
favorecen la Ac- ción Tutorial en el centro.
Tabla 2.
Afirmaciones del alumnado sobre sus profesores
|
Situaciones
|
Frecuencias
|
||||
|
Nada de
acuerdo
|
Poco de
acuerdo
|
Bastante de
acuerdo
|
Muy de
acuerdo
|
||
|
Sé lo que esperan que haga
|
N
|
80
|
198
|
408
|
187
|
|
%
|
9,2%
|
22,7%
|
46,7%
|
21,4%
|
|
|
Es fácil entender lo que dicen
|
N
|
46
|
209
|
427
|
191
|
|
%
|
5,3%
|
23,9%
|
48,9%
|
21,9%
|
|
|
Me interesa lo que dicen
|
N
|
32
|
81
|
384
|
376
|
|
%
|
3,7%
|
9,3%
|
44%
|
43,1%
|
|
|
Me proponen
hacer cosas intere- santes
|
N
|
74
|
207
|
364
|
228
|
|
%
|
8,5%
|
23,7%
|
41,7%
|
26,1%
|
|
|
Responden a
mis preguntas con claridad
|
N
|
49
|
156
|
358
|
310
|
|
%
|
5,6%
|
17,9%
|
41%
|
35,5%
|
|
|
Se les da bien explicar
|
N
|
37
|
163
|
417
|
256
|
|
%
|
4,2%
|
18,7%
|
47,8%
|
29,3%
|
|
|
Me dejan demostrar lo que he aprendido
|
N
|
58
|
166
|
410
|
239
|
|
%
|
6,6%
|
19%
|
47%
|
27,4%
|
|
|
Hacen cosas diferentes para ayudarnos a aprender
|
N
|
86
|
194
|
353
|
240
|
|
%
|
9,9%
|
22,2%
|
40,4%
|
27,5%
|
|
|
Me dicen cómo debo mejorar para cuando me equivoco
|
N
|
52
|
127
|
376
|
318
|
|
%
|
6%
|
14,5%
|
43,1%
|
36,4%
|
|
|
Escuchan lo que tengo que decir
|
N
|
56
|
154
|
350
|
313
|
|
%
|
6,4%
|
17,6%
|
40,1%
|
35,9%
|
|
Centrándonos en las familias (Tabla 3), por norma general muestran valoraciones positivas con respecto al centro en todos sus elementos, principalmente con la dirección del centro (52,7%) y la relación
que establecen con el tutor
(57,3%). Esto demuestra que se actúa adecuadamente con los padres por parte del centro educativo, propiciando con ello al desarrollo de la Acción Tutorial.
Tabla 3. Grado
de satisfacción de las familias con el centro educativo
|
Situaciones
|
Frecuencias
|
|||||
|
Nada
satisfecho
|
Poco
satisfecho
|
Satisfecho
|
Bastante
satisfecho
|
Muy
satisfecho
|
||
|
Profesorado
|
N
|
9
|
12
|
47
|
110
|
150
|
|
%
|
2,7%
|
3,7%
|
14,3%
|
33,5%
|
45,7%
|
|
|
Dirección del centro
|
N
|
7
|
14
|
47
|
87
|
173
|
|
%
|
2,1%
|
4,3%
|
14,3%
|
26,5%
|
52,7%
|
|
|
Trabajo en clase
|
N
|
8
|
20
|
51
|
111
|
138
|
|
%
|
2,4%
|
6,1%
|
15,5%
|
33,8%
|
42,1%
|
|
|
Relación con el tutor
|
N
|
9
|
19
|
40
|
72
|
188
|
|
%
|
2,7%
|
5,8%
|
12,2%
|
22%
|
57,3%
|
|
|
Compañeros de clase
|
N
|
16
|
40
|
69
|
82
|
121
|
|
%
|
4,9%
|
12,2%
|
21%
|
25%
|
36,9%
|
|
|
Utilización de recursos
|
N
|
15
|
31
|
70
|
114
|
98
|
|
%
|
4,6%
|
9,5%
|
21,3%
|
34,8%
|
29,9%
|
|
|
Nivel de aprendizaje
|
N
|
8
|
21
|
53
|
118
|
128
|
|
%
|
2,4%
|
6,4%
|
16,2%
|
36%
|
39%
|
|
|
Ambiente escolar
|
N
|
20
|
52
|
63
|
87
|
106
|
|
%
|
6,1%
|
15,9%
|
19,2%
|
26,5%
|
32,3%
|
|
|
Con el centro en general
|
N
|
12
|
14
|
46
|
103
|
153
|
|
%
|
3,7%
|
4,3%
|
14%
|
31,4%
|
46,6%
|
|
Con respecto al apoyo que les ofrece los padres a sus
hijos en casa en aspectos relacionados con las tareas escolares, estos
presentan niveles de predisposición altos, destacando las conversaciones que
mantienen con sus hijos sobre las actividades que realizan en casa (83,5%).
Los datos muestran
que los progenitores tratan de darle
conti- nuidad a lo desarrollado en el
centro.
Finalmente, tal y como se observa en la tabla
4, los docentes son los que se mues-
tran más negativos de cara a las actuaciones que favorecen a la Acción
Tutorial, puesto que las valoraciones tienden a ser media, tanto para lo
positivo como para lo negativo. En la tendencia negativa encontramos que el
profesorado está poco de acuerdo con el hecho de que en el centro se siga una
línea metodológica común (55,6%), el nivel de cooperación entre el centro y la
comunidad (59,3%), y la existencia de una cultura que permita compartir éxitos y fracasos
(44,4%). En cambio,
como aspectos positivos
encon- tramos que los docentes están bastante de acuerdo con el hecho de
que tienen libertad para expresar sus dificultades del día a día (45,7%), se
respetan las ideas presentadas por los compañeros (59,3%) y que existen
relaciones adecuadas entre docentes-alum- nos (60,5%) y entre docentes (69,1%).
Tabla 4.
Opinión del profesorado sobre la Acción Tutorial
|
Situaciones
|
Frecuencias
|
||||
|
Nada de
acuerdo
|
Poco de
acuerdo
|
Bastante de
acuerdo
|
Muy de
acuerdo
|
||
|
El profesorado comparte una línea
metodológica común
|
N
|
7
|
45
|
26
|
3
|
|
%
|
8,6%
|
55,6%
|
32,1%
|
3,7%
|
|
|
Nivel de cooperación entre el centro y la comunidad
|
N
|
12
|
48
|
21
|
-
|
|
%
|
14,8%
|
59,3%
|
25,9%
|
-
|
|
|
Expresión libre de las dificultades
del día a día
|
N
|
4
|
22
|
37
|
18
|
|
%
|
4,9%
|
27,2%
|
45,7%
|
22,2%
|
|
|
Respeto por las ideas presenta- das por compañeros
|
N
|
3
|
20
|
48
|
10
|
|
%
|
3,7%
|
24,7%
|
59,3%
|
12,3%
|
|
|
Existe cultura de compartir éxitos y fracasos
|
N
|
10
|
36
|
31
|
4
|
|
%
|
12,3%
|
44,4%
|
38,3%
|
4,9%
|
|
|
Relaciones adecuadas entre docentes y alumnos
|
N
|
4
|
24
|
49
|
4
|
|
%
|
4,9%
|
29,6%
|
60,5%
|
4,9%
|
|
|
Relaciones adecuadas entre docentes
|
N
|
3
|
15
|
56
|
7
|
|
%
|
3,7%
|
18,5%
|
69,1%
|
8,6%
|
|
Conclusiones
Las percepciones de cara al desarrollo de la Acción
Tutorial en el centro analizado
varían según el actor del proceso de enseñanza y aprendizaje. Los padres
y alumnos valoran positivamente los diversos aspectos que favorecen al
desarrollo de la Acción Tutorial, algo que no ocurre por parte de los docentes, los cuales tienden
a valorarlo tanto positiva
como negativamente, dependiendo de la cuestión planteada. Destaca la diferencia
de percepciones en relación a la colaboración entre miembros de la comunidad
educativa. Mientras que para los padres esas relaciones se dan de manera adecuada,
para los do- centes no, no estando en consonancia con lo establecido por
Lavilla (2011) o Aguilera y
Gómez (2013), dado que no existe implicación de toda
la comunidad educativa.
Para Morín (2006)
la planificación educativa es necesaria para el desarrollo de la Acción
Tutorial, no dándose de manera adecuada en el centro, puesto que los docentes
no consideran que se siga de manera general una misma línea metodológica dentro
del propio centro. En cambio, sí que se observan mimbres que pueden favorecer a
un de- sarrollo adecuado y completo de la Acción Tutorial, ya que no se
establecen cuestiones negativas con respecto a la convivencia entre los
distintos agentes que componen la comunidad educativa, coincidiendo así con lo
indicado por Bereziartua et al. (2017).
Dado
los resultados obtenidos, sería necesario analizar los motivos por los que no
existe una misma percepción en relación a la participación de las familias en la
escuela, y valorar si las acciones concretas que se desarrollan con respecto al
Plan de Acción Tutorial influyen en los elementos analizados.
![Cuadro de texto: [0,40), [40,50), [50,60), [60,70), [70, 80), [80,90), [90,100]](file:///C:/Users/oscar/AppData/Local/Temp/msohtmlclip1/01/clip_image011.gif)



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